Tres funcionarias del ayuntamiento de Cabanes prestaron ayer declaración en el juzgado de instrucción número de tres de Castelló como testigos en el caso de la posible manipulación del censo electoral en la antesala de las municipales de 2007.

Según el concejal de Iniciativa en la localidad Carles Mulet, tras el testimonio de las trabajadoras del ayuntamiento, "el punto de mira está de nuevo en el funcionario imputado que accidentalmente se encargó de las gestiones del padrón municipal entre los meses de diciembre de 2006 y enero de 2007, cuando la encargada habitual se encontraba de baja por maternidad".

El edil considera que queda "desmontado el intento del funcionario imputado de trasladar la responsabilidad a otras funcionarias que accidentalmente podían ayudarle en estas tareas". Carles Mulet expresó su deseo de que el juez determine ahora cuáles de las "extensas" nuevas pruebas periciales que ha solicitado la acusación acepta y "qué nuevas peticiones de declaraciones ordena".

El concejal de la formación ecosocialista entiende que a lo largo de la instrucción ha quedado acreditado que el ayuntamiento "falsificó altas de gente que no quiso empadronarse en Cabanes" y que "se llegó a falsificar los documentos oficiales de ratificación".

"La manipulación de los certificados de ratificación demuestra que el ayuntamiento no sólo procedió a dar de alta a gente que no quería estar en el censo, sino que incluso, a sabiendas de que se había denunciado la manipulación del censo, se continuó utilizando el ayuntamiento para intentar salvar el empadronamiento fraudulento. Las ratificaciones que tenían que servir para corroborar la veracidad de las altas fueron de nuevo falsificadas por alguien dentro del consistorio", aseveró Mulet.