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El Villarreal espera que la resolución de la UEFA en torno a su futuro europeo no se demore más allá de esta semana. En principio, los cálculos del club estaban fijados para finales de la semana pasada, pero está visto que los dirigentes del organismo europeo se están tomando las cosas con bastante tranquilidad. La palabra estrés no figura en su diccionario, por lo que la entidad vila-realense seguirá cruzando los dedos hasta que se conozca el veredicto final, en un ejercicio de sufrimiento que se espera que al final haya valido la pena.

Pero si hay alguien que está sufriendo de verdad es el Mallorca. La espera se les está haciendo mucho más larga a sus dirigentes que a los del Villarreal. El presidente bermellón, Mateo Alemany, le está viendo las orejas al lobo y se teme lo peor. Tanto es así que ya ha avisado que morirá matando. "Si nos retiran la licencia iremos jurídicamente contra Platini y la UEFA, Ángel María Villar y la RFEF, y contra el mundo si es preciso con tal de defender nuestros intereses", advirtió días atrás.