A mediados del año 2012 la planta de BP Oil en el polígono del Serrallo estará comunicada con la dársena Sur de PortCastelló, lo que mejorará la seguridad a la hora de cargar producto acabado, tanto gasolina como gasoil, según ha explicado el director general de la refinería, Emilio Marín. Unas declaraciones que fueron realizadas durante la visita a las instalaciones de la firma del vicepresidente del Consell y conseller de Industria, Comercio e Innovación, Vicente Rambla, que estuvo acompañado, entre otros, por el alcalde de Castelló, Alberto Fabra; y el presidente de la diputación, Carlos Fabra.

La realización del proyecto, cuyo inicio está a expensas de que se concedan los permisos de obra, tendrá un presupuesto cercano a las 55 millones de euros, y consiste en comunicar, mediante canalizaciones, ambas infraestructuras. Así, los barcos no deberán cargar gasoil o gasolina en una plataforma metálica instalada a varios kilómetros de la costa y denominada La Isla, sino que podrán hacerlo al abrigo de dos pantalanes.

De esta manera, se logrará "aumentar, más aún, la seguridad de la operación, y también nos permitirá poder trabajar sin importar las condiciones climatológicas adversas", ha señalado Marín.

En cualquier caso, y de momento, los buques que llegan a Castelló para descargar, todavía lo harán en la zona de boyas, dejando esta operación para una segunda fase, aún sin fechar y sin presupuestar: "En el futuro también podremos conectar el puerto para descargar barcos de alto tonelaje como petroleros", ha puntualizado Marín.

Esta será la gran inversión de BP Oil en Castelló para los próximos años, pero Martín asegura que, además, que la refinería continuará con inversiones que oscilarán entre 15 y 20 millones de euros cada año para llevar a cabo proyectos de menor envergadura que tendrán como objetivo "incrementar la productividad de nuestras instalaciones".

Balance positivo

En otro orden de cosas, Marín ha confirmado que BP Oil prevé finalizar el presente ejercicio con unos beneficios cercanos a los 15 millones de euros, con lo que quedará claro ante los inversores que la planta es "solvente".

Marín ha explicado que la planta de coque que se puso en marcha en 2009 aún esperan "sacarle rentabilidad", debido a que "los márgenes por refinar crudo cayeron en picado, en los últimos años, en todas las refinerías de Europa e, incluso, en la de Castelló, por la crisis". Y a pesar de ser "muy moderna", la planta no ha sido rentable hasta ahora, ya que el panorama económico ha variado considerablemente desde la puesta en marcha del proyecto, que tuvo lugar en 2005, época en la que se pensaba que "la planta iba a ser rentable desde el primer momento".

En cualquier caso, Marín matiza que "la refinería tendrá resultados positivos este año, y parte de esa rentabilidad la ha dado ya la planta de coque".