La Piscina Provincial de Castelló ha reducido en 250 el número de abonados durante este ejercicio respecto al año pasado y en total la cifra se sitúa en 3.400 usuarios. "Hemos tardado en notar la crisis, ya que el abono es un gasto menor, pero en los últimos meses se ha empezado a detectar una bajada de abonados", afirmó el director de la Piscina Provincial, Jaime Català.

El responsable del centro indicó que ha desaparecido el perfil de "no cliente", es decir, de aquel usuario que paga el abono pero no lo emplea, "ahora todos los abonados hacen uso de las instalaciones, lo que supone un incremento de la afluencia y del tiempo de uso". Esto implica más gastos para la UTE Seae Fesa Aiguagest, concesionaria de la gestión, según aseguró Català, quien explicó que el principal problema al que se enfrenta la concesionaria es el pago de la inversión realizada hace dos años para ampliar las instalaciones.

El proyecto fue financiado con más de un millón de euros por la diputación, propietaria de la piscina, mientras la empresa concesionaria aportó 800.000 euros. En este sentido, Català aseguró que la bajada de usuarios no ayuda a amortizar este préstamo, aunque confía en poder rentabilizar la inversión a largo plazo debido a que la concesión de explotación era de 20 años y todavía les quedan 13 años por delante.

Mejor panorama presentan las cinco piscinas municipales gestionadas directamente por el Ayuntamiento de Castelló, a través del Patronat d' Esports. El director de actividades de la entidad, Juan Luís Llop, señaló que el número de abonados apenas ha descendido en los últimos meses y que la bajada de usuarios se cifra en un 2 por ciento.

Municipios

En la Vall d'Uixó, la piscina cubierta está gestionada por la Empresa Municipal de Servicios (Emsevall) desde hace siete años, tras recuperarla el consistorio por el abandono del concesionario. La concejala delegada de Emsevall, Esperanza Nebot, destacó que mantener una piscina con una media de 1.500 usuarios representa "un gran esfuerzo en cuanto al dinero se refiere y más con la situación de crisis".

La delicada situación económica paralizó el proyecto de piscina cubierta climatizada en Moncofa, donde sólo se llegó a construir la estructura. Ahora, desde el ayuntamiento se busca la financiación para poder ejecutar la segunda fase de la instalación y terminarla. Las piscinas municipales de Almassora suponen un déficit difícil de asumir para las arcas públicas. Ante esta situación, el equipo de gobierno ha anunciado el cierre de la instalación descubierta, que hasta el último año se abría durante los meses de verano tanto para cursillos infantiles como para el baño libre. Mientras, lucha contra la fuga de usuarios de la piscina climatizada con promociones únicas a costes muy reducidos, como el euro que pagan los usuarios que están en paro. Alrededor de 3.000 personas podrían beneficiarse de esta propuesta.

De mejor salud goza la piscina de Benicàssim, que apenas arrastra pérdidas debido a la gran afluencia de usuarios, que se mantiene estable a pesar de la situación económica, según indicaron desde la empresa encargada de gestionar el servicio. Cada mes cerca de 800 personas hacen uso de las instalaciones.

Onda respira con la nueva gestión de la piscina tras muchos problemas, que provocaron el descenso de usuarios. Desde el pasado mes de septiembre, con una nueva gestión, los ondenses se han animado de nuevo a nadar. Ahora, el panorama ha cambiado radicalmente, y tras unas obras y nuevos precios los ondenses se encuentran como pez en el agua.

El caso de Segorbe, que abrirá sus nuevas instalaciones deportivas con piscinas climatizadas a principios de este año, no es diferente al de otros pueblos. Según el alcalde, Rafael Calvo, "era totalmente inviable, por lo que hemos hecho un estudio con gestión municipal, reduciendo una serie de gastos superfluos que las gestoras privadas añadían y subcontrataremos desde el ayuntamiento las empresa de monitores y limpieza". Calvo explicó que, a pesar de que se mantengan los 700 usuarios actuales, la gestión supondrá un déficit al ayuntamiento de 7.000 euros mensuales. El objetivo es llegar a los mil abonados en un margen de tres años.

En cuanto a la piscina de Jérica, que lleva en servicio cuatro años, su alcalde, Amadeo Edo, señaló que su mantenimiento supone un déficit anual de 12.000 euros, "pero es asumido por el ayuntamiento".