Han pasado dos meses desde que la Conselleria de Educación ordenara el traslado de un conserje del IES Álvaro Falomir de Almassora al nuevo instituto, el Vila-roja. Aquella solución "provisional" que el director territorial de la Conselleria de Educación, Alejandro Amposta, anunció al equipo directivo del Falomir parece haberse convertido en definitiva, según critica esta parte.

El director del instituto de la calle Boqueras recordó ayer que a primeros de noviembre Amposta le confirmó que se trataba de una situación temporal que resolvería antes de la evaluación del primer trimestre. Sin embargo, el claustro puso las notas a los alumnos en diciembre y todos se marcharon de vacaciones sin que el bedel regresara al centro. Tampoco han recibido ninguna notificación que anuncie su inminente regreso

Cabe recordar que el traslado del conserje al IES Vila-roja se produjo después de que ocurrieran un sinfín de incidentes en este centro por la falta de los tres auxiliares que le corresponden. Un cartel a las puertas del instituto anunció durante varios días el cierre de las puertas entre las 8.30 y el fin de las clases, así como el bloqueo al acceso de los padres y la imposibilidad de hacer fotocopias. Hasta una patrulla de la Policía Local se presentó en una ocasión a instancias de los alumnos que querían salir.

La normalidad llegó con este "favor" que la conselleria obligó a los responsables del Falomir a hacer a sus compañeros del instituto Vila-roja. La buena noticia para el funcionamiento de éste centro no fue tan bien recibida en el otro centro que, como sospechaba, ya lleva dos meses trabajando con dos únicos conserjes para las cerca de 600 personas que componen la comunidad educativa.

"De momento nos haremos cargo con otros los otros dos bedeles, pero tenemos el problema de los accesos. Como el centro es antiguo, no tenemos videoportero y no vemos quién entra", afirma el director, Xavier Trenco