La mala situación que atraviesa el sector inmobiliario en la provincia de Castelló es sabido desde que empezó la crisis económica ahora hace más de dos años. Los datos corroboran este importante descenso en la actividad del sector, un descenso que en la provincia ha supuesto una caída del 57 por ciento en la compraventa de viviendas en los últimos tres años, según la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad dada ayer a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Desde 2007 a 2010 se han vendido casi 5.500 casas menos si se tiene en cuenta que en el primero de estos años se compraron 12.824 viviendas y el año pasado esta cifras descendió hasta las 7.332 viviendas. Si se comparan las cifras de ambos ejercicios queda patente que la caída libre se da especialmente en la vivienda usada, ya que en 2007 se vendieron 8.057 residencias, mientras que tres años después sólo se adquirieron 3.807.

Este descenso no es tan agudizado en la vivienda nueva, ya que la diferencia en este periodo tan sólo fue de 1.400, pasando de 4.767 en 2007 a 3.525 en 2010. En cuanto a la tipología, el descenso en la actividad se refleja en el hecho de que durante el pasado año la compra de vivienda libre se desplomó y se compraron 5.000 residencias menos. Por su parte, la vivienda protegida también sufrió una bajada considerable, pasando de 724 en 2007 a sólo 276 viviendas protegidas en 2010.

La situación del sector inmobiliario en la provincia de Castelló resulta preocupante si se tiene en cuenta que la compraventa de viviendas aumentó un 6,8 por ciento en España durante el año pasado. Por contra, en la provincia la tendencia no fue al alza y el descenso fue acusado, así se realizaron 1.268 operaciones de compraventa menos.

Valoración

El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi) de Castelló, Francisco Nomdedéu, señaló que la tónica de la desaceleración continuará en los próximos meses. Nomdédeu indicó que estaba bajada se ha producido porque en años anteriores las posibilidades financieras y de adquisición, así como la bonanza económica posibilitaron que muchas familias invirtieran con la compra de una vivienda. "Esta dinámica, que estaba generalizada, ha cambiado por la situación laboral y porque hay más dificultades de concesión de créditos", señaló el presidente de Coapi, quien apuntó que algunas cajas y bancos no han endurecido los criterios a la hora de aprobar créditos, "por eso sigue habiendo cierta actividad".