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El decreto ley de medidas de ahorro de la Generalitat Valenciana exigirá a Aeropuerto de Castelló S.A. (Aerocas) su absorción dentro de un holding que aglutinará a partir de 2012 todas las empresas públicas de construcción y gestión de infraestructuras del Gobierno Valenciano.

Así lo confirmó ayer el conseller de Hacienda, Manuel Vela, durante una rueda de prensa en la que corroboró la supresión de 40 de las 46 entidades públicas de la Generalitat y adelantó que esta medida permitirá un ahorro de 120 millones de euros anuales.

Esta reestructuración sin precedentes tendrá un impacto directo sobre la sociedad presidida por el presidente del PP de Castelló, Carlos Fabra, que ahora quedará a expensas de una entidad gestora que pretende aplicar recortes en gastos de funcionamiento, asesoría, altos cargos, sueldos y personal en general.

El alcance de dichos recortes en Aerocas todavía no ha sido detallado por la Conselleria de Hacienda, pero el ajuste podría ser millonario y no cabe duda de que marcará un antes y un después en las formas de gestionar esta polémica sociedad.

No en vano, el nuevo vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, lanzó en su primera rueda de prensa un aviso a navegantes y advirtió que la Comunitat debe priorizar gastos para afrontar los delicados momentos de crisis marcados por la deuda, la imposibilidad de pagar a proveedores y las eufemísticas "tensiones de tesorería".

Es más, Císcar avanzó que este cambio en el modelo de gestión llega para quedarse y que el Consell aprovechará la coyuntura para implantar un modelo de gestión del dinero público más sostenible que garantice la viabilidad de la Comunitat "ante esta y ante futuras situaciones de crisis".

Sobre el papel, y según las palabras del vicepresidente, dentro de esta nueva concepción del gasto autonómico no deberían tener cabida gastos superfluos, contratos millonarios sin resultados, creación de altos cargos estériles a medida ni proyectos faraónicos de dudosa rentabilidad social; prácticas todas ellas de las que los partidos de la oposición han acusado reiteradamente a Carlos Fabra durante la última década.

La crisis económica está forzando al Consell a cambiar las reglas del juego y, en el caso de Aerocas, la Generalitat ya escenificó la semana pasada un inequívoco preludio al romper de forma unilateral el contrato que había pactado el propio Carlos Fabra con la concesionaria de Aerocas. Esta decisión ya ha motivado que Concesiones Aeroportuarias reclame una indemnización de más de 80 millones de euros y genera una incertidumbre que ahora se acrecenta con la fagocitación forzosa de Aerocas dentro del nuevo holding de construcciones e infraestructuras del Consell.

De igual modo, queda en el aire el modelo de gestión de Proyecto Cultural de Castelló, que se integrará dentro de otro holding que aglutinará todas las entidades autonómicas de promoción cultural y ocio. La pregunta en este caso vuelve a ser cómo se verán afectados los altos cargos y asesores de la entidad; y muy especialmente el polémico puesto de consejero delegado que se creó a medida para el ex alcalde de Castelló, José Luis Gimeno, a cambio de su dimisión forzosa de la alcaldía. También queda en el aire el futuro de la Fundación Costa Azahar de Festivales, que tiene como objeto la promoción de eventos musicales en Benicàssim y Castelló.

Las seis entidades que fusionarán el resto de empresas y fundaciones autonómicas se repartirán las áreas de Promoción Cultural y Ocio, Construcción y Gestión de Infraestructuras, Medio Ambiente, Transporte, Apoyo a Sectores Productivos y, por último, Bienestar Social. Fuentes de la Generalitat confirmaron ayer que este proceso de fusión comenzará a trabajarse desde el próximo lunes, aunque la materialización real de la reestructuración no comenzará a completarse antes del segundo semestre del año.