Javier Cabello sabe que su continuidad en el banquillo del Club Deportivo Castellón depende de una victoria contra el Alzira el domingo. No vale otro resultado. Pero, curiosamente, el ultimátum puede marcar un punto de inflexión en la trayectoria del equipo. Hasta ahora siempre se ha fallado ante un directo rival. Cuando ha habido que exhibir sobre el terreno de juego el auténtico potencial, se ha fracasado, sin importar el escenario. Quizás la ansiedad por querer hacerlo bien o el miedo al día después tras una derrota, ha atenazado a los jugadores en este tipo de partidos. Por eso, un triunfo frente al tercero -empatado a puntos con el segundo clasificado-, que además ridiculizó a los albinegros en la primera vuelta (5-0), representa una inyección de moral, aumentando la autoestima para lo que viene por delante.

Y, como el encuentro supone una final, Cabello quiere cuidar hasta el más mínimo detalle. Se trata de evitar nuevas sorpresas. De demostrar que se ha aprendido la lección de lo sucedido en el Luis Suñer Picó, donde la velocidad a la contra del Alzira desbordó por completo al Castellón. Cada balón en profundidad, buscando la espalda de la defensa orellut, se tradujo en una oportunidad para los locales. De ahí el resultado tan abultado, que incluso hubiera podido ser escandaloso.

Ensayo en el entrenamiento

Para no repetir la historia, Cabello medita realizar una revolución en defensa, apostando por jugadores rápidos, que no se sientan en inferioridad con los balones largos. Según probó en el entrenamiento de ayer, Julián (banda derecha) y Roberto Jiménez (izquierda) tienen opciones de acompañar a Marc Trilles y Guille Vázquez, que formarán la pareja de centrales en sustitución de los sancionados Andrei Blyndu y Héctor Peña.

Santos y Aridani no atraviesan su mejor momento de la temporada y generan ciertas dudas en el técnico del Castellón con vistas al partido del domingo.

El Alzira planteará un encuentro a la contra, imponiendo un elevado ritmo en las transiciones para romper por las bandas. Es decir, habrá que mostrarse especialmente hábiles y acertados en defensa, sin olvidar tampoco la concentración, ya que cualquier despiste se podría pagar muy caro.

Todo ello hace que Cabello valore diferentes opciones en la zaga, entre las que aparecen esa dupla en los laterales Julián-Roberto Jiménez. El primero ya se estrenó en esa posición frente al Requena (1-1), mientras que el segundo ha alternado ambas bandas, si bien con mayor presencia en la izquierda.