El equipo de gobierno del PP y los partidos de la oposición de Castelló sumarán sus fuerzas para salvaguardar el modelo de tascas que pervive desde hace más de 30 años y que una sentencia del TSJ ha puesto en peligro. Todos los grupos de la corporación municipal darán su visto bueno en el pleno del 27 de enero a la modificación de la norma local que impulsa el ejecutivo de Alfonso Bataller para adaptarla a la ley autonómica de drogodependencia.

La junta de gobierno local aprobó ayer el nuevo artículo que regula las excepciones del consumo de alcohol en la vía pública e inició un proceso de revisión que se prolongará cerca de dos meses, un tiempo en el que la singularidad de las tascas estará sin su cobertura legal y, por lo tanto, no se podrá beber en las calles de esta zona. A esta situación se ha llegado después de que una sentencia del TSJ haya anulado el artículo 26 de la ordenanza de convivencia por contravenir la ley autonómica de drogodependencia. La normativa actual municipal no incluye la obligatoriedad de una autorización previa para permitir el consumo de alcohol en determinadas calles, tal como exige la ley del Consell.

El ayuntamiento dio ayer el primer paso para subsanar su error. El 27 de enero, el pleno aprobará provisionalmente el nuevo artículo de la ordenanza (26) y este entrará en vigor una vez se resuelvan las alegaciones en un plazo de 30 días hábiles, es decir, será ratificado por el pleno de marzo. Hasta entonces, las tascas no podrán expender bebidas alcohólicas en la vía pública, dado que al fallo es ya firme. Esta modificación, según explicó el portavoz del PP, Miguel Ángel Mulet, se ha hecho "de conformidad con lo dispuesto en el artículo 18 e del texto refundido de la ley sobre drogodependencias y otros trastornos adictivos" con el fin de "velar por los intereses pertinentes y conciliar el ocio con el descanso de los vecinos". Mulet añadió que el equipo de gobierno está siguiendo las instrucciones de sus servicios jurídicos.

En este camino, el PP irá de la mano del resto de grupos políticos de la corporación y de buena parte de la ciudadanía de Castelló. Las calles de las tascas reúnen a decenas de personas cada fin de semana y cuentan, además, con la declaración de Zona Acústicamente Saturada, que limita la venta de alcohol en el exterior a las 23.30 horas. El grupo socialista subrayó que "siempre ha defendido la coexistencia pacífica entre la tradición de las tascas y el derecho del vecindario a una calidad de vida ciudadana en igualdad de condiciones al resto de Castelló", y destacaron el carácter patrimonial de las tascas.

El portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, confió en que la nueva ordenanza concilie el modelo histórico de las tascas con el descanso de los vecinos y criticó al PP por redactar mal la norma actual. Por su parte, la concejala de EU, Carmen Carreras consideró una "transgresión" que se utilice una ley de salud pública para evitar el ruido.

"Son más los beneficiados"

Las tascas también son respaldadas hasta por algunos vecinos del lugar. "Son más los beneficiados que los perjudicados", afirmaron Jose y Rosa, un matrimonio que reside en una de calles de este punto junto a sus tres hijos de 10, 8 y 4 años. Destacan que es un ambiente "sano y tranquilo" y valoran más la vida que generan al centro que las posibles molestias que puedan generar. "Prefiero que mis hijos vayan a las tascas que a un botellón en un parque", apuntó Jose.