Una comisión judicial procedió en la mañana de ayer a exhumar los restos de una fosa del cementerio de Castelló, en el marco de investigación que se abierto tras la denuncia por el supuesto robo de un bebé en 1979. Las pruebas de ADN determinarán si se corresponden con la familia que ha denunciado el caso. Se trata de la primera exhumación que se realiza en la provincia por un caso de los llamados "bebés robados".

Un equipo formado por dos fiscales, una médico forense, miembros de la Guardia Civil y operarios del cementerio estuvieron presentes en extracción de los restos. Por el contrario, ningún familiar acudió al lugar, ya que, al parecer, la Fiscalía provincial no había notificado la fecha de la exhumación.

La excavación de la fosa, con un féretro enterrado a ras de suelo y un número como única identificación, comenzó hacia las 10.20 horas y, una hora después, un representante de la funeraria encargada de la actuación abandonó el cementerio con las muestras extraídas, guardadas en un sobre, que serán enviadas al laboratorio para cotejarlos con el ADN de los familiares que denunciaron el caso.

El teniente fiscal de Castelló, Juan Salvador Salom, explicó que se trata de un caso de 1979, aunque no desveló ningún dato más, dado que "primero tiene que saberlo la familia". El fiscal decano de la Audiencia de Castelló, Francisco Sanahuja, tampoco quiso revelar nada sobre los restos hallados ni sobre el plazo de tiempo que puede transcurrir hasta que las pruebas de ADN arrojen algún resultado, algo que "depende del laboratorio".

Tres casos abiertos

Sí que confirmó que en este momento hay al menos tres casos abiertos de bebés supuestamente robados durante el franquismo en la provincia. "Se están investigando entre tres y cinco denuncias", explicó, al tiempo que recordó que de las 17 denuncias presentadas en la provincia sobre el presunto robo de niños entre las décadas de los 60 y los 80, la Fiscalía "ha archivado la gran mayoría por falta de pruebas", una circunstancia que "no ha dejado avanzar la investigación". Según informó en su momento el teniente fiscal, la Fiscalía provincial investiga cuatro casos de niños que supuestamente fueron robados a sus padres y posteriormente vendidos. En su opinión, la investigación puede ser problemática porque "estas personas pueden estar inscritas con otras identidades", a pesar de lo cual "la Fiscalía va a llegar hasta el fondo" de la cuestión.