El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha admitido ahora a trámite los recursos de casación presentados por el Ayuntamiento de Castelló y los propietarios contra el segundo auto del propio tribunal que reitera la prohibición de beber en las tascas. Ambas partes pueden presentar sus alegaciones al Supremo en 30 días, con lo que esta zona podrá expender de nuevo bebidas alcohólicas en el exterior hasta que resuelva el Alto Tribunal, de uno a dos años.

No obstante, esta decisión no garantiza la continuidad de la normativa municipal que da cobertura a las tascas y que ha puesto en cuestión el Tribunal Superior de Justicia. Los procedimientos de casación aceptados se dirigen contra la última resolución del TSJ que considera incumplida una sentencia anterior que invalidó la ordenanza de las tascas por contravenir la Ley Valenciana de Drogodependencia. Desde enero está prohibido beber en su exterior de acuerdo con dicho fallo y la justicia ha tumbado el cambio que el equipo de gobierno ha aprobado en la normativa local a fin de cumplir la primera sentencia.

La nueva embestida legal ha pospuesto el final de la prohibición, que inicialmente se previó para junio. Los munícipes populares sólo tenían como alternativa elevar un recurso de casación, ya que el auto es firme, y ahora el TSJ da vía libre al Supremo para que analice el caso tascas al estimar que los recursos "cumplen los requisitos previstos en la Ley Reguladora de esta Jurisdicción", según reza la providencia a la que ha tenido acceso este diario. La sección Segunda de lo Contencioso Administrativo da un plazo de 30 días al consistorio y a las tascas para que los interpongan ante el Alto Tribunal.

Los dueños de los establecimientos han decidido presentar su propio recurso. La asociación que aspira a impedir la ingesta de alcohol en el exterior de las tascas (Sense Soroll) también dispone de su propio letrado y las medidas que ha promovido el gobierno municipal no han logrado salvaguardar el modelo tradicional de las tascas. Así, las tascas, que públicamente han mostrado su malestar con el Ayuntamiento de Castelló, se han propuesto ir a la ataque con la contratación de un letrado especialista en litigios relacionado con el ocio nocturno y la contaminación acústica.

Veladores, vía administrativa

El equipo de gobierno local ha admitido en estas últimas semanas que este procedimiento, que podría prolongarse hasta dos años, tiene pocas posibilidades de prosperar. De ahí que ha ideado una alternativa administrativa con el objeto de sortear la Ley de Drogodependencia, como es la instalación de veladores en las tascas. Confía en dar autorización a estas especies de mesas auxiliares sin sillas en la junta de gobierno local de este viernes, un trámite que pondrá fin a más de cinco meses de "ley seca". El velador está regulado por la ordenanza de ocupación de vía pública y también se adapta a la Ley de Drogodependencia, con lo que las tascas y el ayuntamiento esperan que de esta forma, con indiferencia de cómo se resuelva la acción judicial, la ingesta de alcohol en las calles de esta zona pueda adaptarse a la ley. Cabe recordar que esta singularidad es respaldada por el equipo de gobierno y todos los grupos de la oposición municipal.

Respuesta de Sense Soroll

Por su parte, Castelló Sense Soroll analiza qué iniciativas legales emprende para defender el auto ante el Supremo. Entre otras, baraja la posibilidad de reclamar la ejecución provisional de esta resolución, aunque desde la entidad ven complicado que prospere.

Asimismo, fuentes del colectivo Sense Soroll apuntaron a este periódico que los recursos de casación ponen de manifiesto el interés del Ayuntamiento de Castelló y las tascas en retrasar la materialización del fallo.