David D.V., el párroco que supuestamente recibió al menos 3 herencias de ancianas feligresas y del que se han divulgado fotos presuntamente suyas junto a un joven desnudo, sigue aún adscrito a la Diócesis de Segorbe, aunque ya no ejerce porque está en Barcelona "cuidando a sus padres enfermos", según aclararon ayer fuentes del Obispado en Castelló.

Desde la curia castellonense se asegura que D.V. "no ha sido expulsado" de la diócesis, por lo que "legalmente sigue perteneciendo a ella". La polémica persigue al párroco, que pasó varios años en el Archiprestazgo de Vila-real, donde ejerció como "vicario colaborador" y al que sus compañeros de la Iglesia consideran "una persona normal".

Después de que dejara la Diócesis de Segorbe, fue trasladado a Sant Vicenç de Castellet (Barcelona), donde se ha visto envuelto en varios escándalos. Primero fue el choque con el alcalde de CiU, un enfrentamiento en el que D.V. se presentó a sí mismo como una "víctima del nacionalismo separatista catalán".

Más tarde consiguió que tres feligreses le declararan heredero de tres inmuebles -una casa y dos pisos-, que ha incorporado a su patrimonio personal. Y por último llegaron las fotografías eróticas, según ha revelado el pasado fin de semana el diario Regió7. D.V. fue separado de su parroquia al conocer el obispado de Vic y el Vaticano que el religioso había sido fotografiado en actitud poco digna con un joven desnudo.

Hasta entonces, el obispo, Romà Casanova, había desoído las peticiones de los feligreses, del ayuntamiento y de otros párrocos para que apartara al cura definitivamente, muy críticos todos ellos por su forma de actuar "autoritaria" y por los numerosos conflictos que había generado en el pueblo.

El Obispado se ha negado a pronunciarse sobre las fotografías y asegura que se trata de un "asunto interno de la Iglesia".

Las fotografías fueron tomadas por un amigo del cura en un piso de Barcelona, cuando D.V. era párroco de San Vicenç, con el consentimiento de los dos fotografiados. Son, en concreto, tres instantáneas en las que supuestamente se identifica al cura vestido con un albornoz blanco abrazado a un adolescente. El joven, que aparece de perfil, está desnudo, aunque el cura le oculta las partes íntimas al abrazarlo con su cuerpo. Ambos están de pie en dos de estas fotos, cada una desde un ángulo diferente. En la tercera, ambos están estirados en un sofá, con el párroco encima. En esta postura, D.V deja al descubierto una pierna desnuda, que el albornoz ya no le cubre. Las imágenes pasaron a ser custodiadas por un abogado que es catedrático de Derecho Canónico de la Universidad de Barcelona, y que encargó una investigación privada sobre el párroco. Todos los intentos por contactar con el cura han resultado infructuosos. j. a. castelló