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Las conclusiones preliminares de los expertos del Instituto Geológico y Minero y el Instituto Geográfico establecen una relación entre las inyecciones de gas del proyecto Castor y toda la serie de terremotos registrada desde el 9 de septiembre en el entorno de la plataforma de Vinaròs, incluidos aquellos superiores a 3 grados en la Escala de Ricthter, según confirmaron fuentes próximas al Ministerio de Industria.

De este modo, según dichas fuentes, los científicos no desvinculan del almacén Castor los seísmos de mayor intensidad (que llegaron hasta 4,2 grados en la Escala de Richter), lo cual contrasta con las declaraciones realizadas esta semana por el ministro de Industria, Juan Manuel Soria.

En su visita a Castelló, Soria había manifestado que los informes técnicos preliminares corroboran que los seísmos de Vinaròs inferiores a tres grados en la escala de Richter "tienen una relación de causa-efecto" con las inyecciones de gas del proyecto Castor, pero argumentó que los movimientos superiores no se atribuyen a esta actividad a pesar de que se situaron en la misma zona y en el mismo periodo sísmico.

El ministro no quiso explicar cuáles son entonces las causas de los terremotos de mayor intensidad y se limitó a afirmar que éstos "se atribuyen, en principio, al movimiento de una falla, que podría ser la de Amposta u otra más reducida".

Tampoco aclaró cuáles fueron las causas del movimiento de dichas fallas, aunque a priori, y de forma ambigua, quiso desvincularlo del proyecto Castor.

Este posicionamieno difiere de las primeras conclusiones de los expertos, que podrían ser presentadas de forma definitiva durante la próxima semana, según confirmaron las mismas fuentes del Ministerio de Industria.

Según Soria, "la mayor parte de los expertos considera que no hay motivos para pensar que puedan ir a más los seísmos en los alrededores del almacenamiento subterráneo de gas Castor".

Pese a ello, apuntó que "hasta que no tengamos un informe fehaciente de carácter científico no se sabrá con seguridad la causa de los movimientos sísmicos". Es por ello que no se retomarán las inyecciones de gas "mientras no se den las condiciones plenas de seguridad y de que no habrán más movimientos por encima de lo aceptable". Esta afirmación, que también ha sido reiterada por la Generalitat Valenciana, sitúa el proyecto Castor en una situación cuanto menos compleja. De hecho, fuentes de Industria también precisaron que difícilmente los informes geológicos se arriesgarán a garantizar que si se reanudan las inyecciones de gas no se van a inducir nuevos seísmos. No en vano, son pocos los técnicos que querrían cargar sobre sus espaldas con la responsabilidad del efecto de hipotéticos terremotos.

Esta imposibilidad de predecir el comportamiento sísmico una vez inducida una serie de terremotos -o después de una inyección de fluidos en el subsuelo- también ha sido corroborada por diferentes geólogos, tales como el profesor de la Universidad de Zaragoza José Luis Simón o el presidente del Ilustre Colegio de Geólogos de España, Luis Suárez. Ambos expertos subrayaron que resulta muy difícil prever al 100% cómo evolucionará una secuencia de seísmos o si podría volver a suceder en el caso de que se mantuviera la actividad del Castor.