La escultura de Juan Ripollés derribada por el viento conservará las cicatrices del accidente. La petición del artista fue avalada ayer por el Ayuntamiento de Castelló, que consideró factible mantener estas «heridas» en los trabajos de restauración.

El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Mulet, señaló que la reparación contempla el alzado del brazo caído, y que una vez erigido, Ripollés tiene libertad para decidir sobre los remates plásticos de la estructura, por lo que reiteró que la continuidad de los daños de la misma podrán proseguir si así lo solicita Ripollés.

El autor de la obra expresó su satisfacción por la respuesta del ejecutivo local y reiteró su deseo de recordar el accidente preservando las «cicatrices» de la escultura. «Se cayó, se hirió y ahí están sus heridas», sostuvo.

La constructora empezará a levantar en pocos días la estructura de «Homenaje a las Víctimas del Terrorismo» tras alcanzar recientemente un acuerdo con el ayuntamiento. La firma asumirá el coste de la reparación, mientras la Administración local se encargará de las tareas de supervisión. Los munícipes populares aseguran que esta actuación se realizará «a coste cero» para el ayuntamiento, una afirmación que cuestionan los grupos políticos de la oposición de Compromís-Bloc y Esquerra Unida al participar los servicios municipales en las labores de supervisión.