El Ayuntamiento de Almassora se niega a regular la participación ciudadana durante los plenos municipales. La propuesta de la oposición de abrir el salón plenario al debate de los vecinos, al igual que otros municipios de la provincia, no seguirá adelante porque no figura entre los objetivos del Partido Popular. PSPV y Bloc abogan por consensuar un reglamento que permita a los ciudadanos transmitir sus sugerencias durante las reuniones de la corporación.
«No es una prioridad para nosotros», en palabras del portavoz del equipo de gobierno, Luis Martínez. «Más adelante se tendrá que hacer un reglamento pero en estos momentos no lo vemos», según las mismas fuentes. El Partido Popular se acoge a que hace 11 años, durante el gobierno en coalición de socialistas y nacionalistas, no se impulsó un reglamento como el que ahora proponen.
El Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las entidades locales incide en que el público asistente a las sesiones no puede intervenir, ni tampoco manifestarse a favor o en contra del objeto de discusión de los representantes políticos. En concreto, el artículo 89 otorga las competencias al presidente de la sala para proceder, en casos extremos, a la expulsión del asistente que impida el desarrollo de la sesión.
Este mismo reglamento contempla que una vez levantada la sesión, la corporación establezca un turno de consultas para el público asistente «sobre temas concretos de interés municipal». Así funciona en otros ayuntamientos de la provincia.
Según la concejala socialista Carmina Martinavarro, se aplica con diferentes matices en consistorios de distinto color político, como Benicàssim o Burriana. Por ello apostó en el último pleno por dejar sobre la mesa la propuesta del Bloc y consensuar un régimen de participación ciudadana en Almassora que el PP denegó con los votos en contra de sus 11 concejales.
El vecino Sergio Manrique fue expulsado de la sala en ese momento al aplaudir con ironía la negativa del equipo de gobierno a aceptar preguntas de los vecinos. Una pareja de la Policía Local le instó a abandonar la sala ante la orden del alcalde, Vicente Casanova, que apremió a los agentes a abrirle «un expediente». El afectado aseguró ayer no haber recibido ninguna notificación, que en cualquier caso se traduciría en una multa dado que los expedientes se reservan a los trabajadores municipales. El Ayuntamiento de Almassora declinó valorar si continuará adelante, o no, con esa hipotética sanción.
