Borriol y Torreblanca celebraron como cada Jueves Santo sus tradicionales representaciones de la Pasión de Jesucristo. Las dos localidades de la Plana Alta recibieron a miles de asistentes en unos actos multitudinarios que contaron con presencia de diferentes autoridades. Más de 200 vecinos salieron a la calle en cada municipio para representar unas obras marcadas por su realismo y una lograda ambientación.

La Pasión Nueva Jerusalén de Borriol vivió una de sus representaciones más esperadas. La agrupación borriolense Nueva Jerusalén celebró su 40 aniversario sobre los escenarios. La Pasión de Borriol arrancó como es costumbre con la Última Cena en una localización secreta, como ocurre en el Nuevo Testamento, en la que únicamente participaron los actores.

El público esperó en la plaza de la Font para ver la representación del Sanedrín. En la plaza Atzavara se narró la escena del Huerto de los Olivos. Finalmente Jesús, encarnado un año más por Rafael Lloret Porcar, fue llevado hasta Calvari en donde fue crucificado. La Pasión Nueva Jerusalén contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, que fueron recibidos por el alcalde Iban Pauner.

Torreblanca tampoco faltó a la cita. El municipio vivió un año más su tradicional Passió, que comenzó en la calle Sant Antoni con la entrada de Jesús en Jerusalén. Las siguientes escenas se realizaron en la plaza de la Iglesia, para finalizar en el Calvari. Allí, una vez finalizó la obra, una cerrada ovación del público agradeció el trabajo de los responsables de la Passió. Abel Segura Bausà volvió a representar a Jesucristo.

La Passió de Torreblanca fue seguida por el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, el conseller de Turismo Máximo Buch, la directora general del Medio Natural Salomé Pradas, el senador Manuel Altava, la alcaldesa de Cabanes Estrella Borrás y el cantante David Civera, que estuvieron acompañados por el alcalde Juan Manuel Peraire.