Segorbe da, este fin de semana, el pistoletazo de salida a la quinta edición de la ruta de la tapa. Un total de once restaurantes mostraron ayer sus tapas en la presentación de este evento que año a año se consolida como cita obligatoria para los amantes de la gastronomía y las tapas. Minihamburguesas de distintos tipos, tartaletas segorbinas, porteñito, crocollas, panacotta de queso de Cabra o vasito de salpicón de marisco y una bebida son solo algunas de las delicias que los asistentes a esta ruta de la tapa podrán degustar estos días por tan solo dos euros y medio.

Durante la presentación, la concejala de Turismo, Soledad Santamaría mostró su satisfacción por este proyecto que, «aunque este año cuenta con menos participantes, no deja de ser una muestra más de interés para fomentar el turismo dentro de la ciudad». El gerente del patronato, Miguel Bolumar, resaltó la iniciativa de estos bares que, con el binomio gastronomía y turismo fomentan durante el mes de mayo y principios de junio la asistencia a sus establecimientos. El ayuntamiento ha realizado este año cientos carteles que se han colocado por las provincias de Castelló y Valencia, así como folletos con las tapas de los establecimientos participantes.

Como anteriores ediciones, cada bar ofrecerá dos tapas fijas. Una contará con productos típicos de la zona y, otra, podrá ser más creativa.

Santamaría apuntó que «la esencia de la Ruta de la Tapa es que el cliente vaya rotando de un establecimiento a otro». Para ello, se volverá a contar con el tapaporte, una cartilla que se cuñará en seis establecimientos distintos. Al cumplimentar dos, el cliente obtendrá regalo seguro.