Y es que la verdad lo del mercado me ha dejado extenuado este verano ¡Que manera de alargar la agonía!. ¡Que desenfreno en el comprar y vender! ¡Que disloque a la hora de colocar el quilo de futbolista por aquí y por allá!. Y todo ello en un continuo ir y venir de rumores, de llamadas interesadas de representantes , de informaciones cruzadas de que si sí pero que no.

Que si falta un central , que si el extremo puede jugar de punta y entonces mengano ya no vendrá para que venga fulanito, que si a Marcelino le gusta Manolo pero solo hay dinero para Juan. Y en medio de todo Cheryshev. Dale con Cheryshev, Cheryshev para arriba y para abajo, yotra vez Cheryshev. Os juro que el otro día abrí un paquete de mortadela y me apareció Cheryshev. Le dije que se volviese al Bernabéu, se aclarase con Rafa Benítez y Florentino, y me dejase almorzar en paz. Y allí se quedó, por que Rafa ha dicho que cuenta con él. Para tocar la Balalaika en el vestuario imagino, lo cual no critico porque pocos instrumentos me parecen más respetables, la verdad sea dicha

Por si fuera poco el lunes a las 12, el tema se alargó hasta el martes para fichar a un futbolista como agente libre, que como concepto me gusta porque queda muy NBA. Y para llenar un día mas de información , que en semana sin liga se agradece. Con todo ello siempre hay a quien nada le parece bien. Y que por por norma general es el primero que ovaciona a Soldado como nuevo ídolo pocos días después de vaticinar que estaba más acabado que «la chata». Pero la sensación personal es que este año hay un equipo más que considerable. O mejor, como dice Marcelino, plantilla. Que equipo es otra cosa. Harán falta semanas para conjuntarse, porque un poco más y los refuerzos los tiene que traer Santa Claus, pero desde antes del punto de inflexión que significó el descenso, no veía tanta calidad y nivel en una plantilla del Villarreal. Con esos mimbres tan solo queda que Marcelino se vista de Crupier en la grada (porque el banquillo lo toca poco), y diga aquello de «hagan juego».

El otro día un vecino de esos que cree que mi vida la marca el fútbol, me dijo aquello de «estarás contento», por los fichajes realizados . Pues no, no lo estoy. El viernes se nos murió el gato con tan solo dos añitos y lo de mis hijos en casa fue un drama durante todo el fin de semana. Ni el fichaje de Denis Suárez, ni el Adrián les sacó del pozo de su pena. Como pueden imaginar la llegada de Bonera no sirvió para mejorar demasiado el estadio de ánimo . Sirva como homenaje que al bueno de Kitty, Cat Vader para los amigos, en casa no lo cambiábamos por nada. Ni por el fichaje de Cheryshev.