La selección española perdió en el partido inaugural del Europeo 2015 ante Serbia por 70-80, tras quedarse sin recursos ofensivos cuando los balcánicos sacaron a relucir su genio de la mano de Milos Teodosic y Nemanja Bjelica.

Los de Scariolo comenzaron bien, muy bien, en defensa y mal, muy mal, en ataque. Tardó cinco minutos en estrenar su marcador, tras una gran penetración de Rudy que culminó con el tiro libre adicional por la falta sufrida. Pero los lanzamientos no quisieron entrar y el equipo español sobrevivió gracias al hambre, a las ganas de su defensa, plena de ayudas, de intensidad y de anticipación.

Scariolo gestionó los los primeros veinte minutos como una auténtica partida de ajedrez, dando descanso a sus pesos pesados, sabedor de que tanto el partido como el campeonato son muy largos y de que necesitará ahorrar el máximo de fuerzas posibles.

En el segundo cuarto, Serbia desató sus habilidades y comenzó a meter canastas de todos los colores. Los españoles se desesperaban ante su falta de acierto. En poco más de cuatro minutos, un parcial de 6-15, 49-60 pintó de negro el panorama del equipo español. España se quedó sin argumentos en su primera crisis en pista, más allá de la defensa, que poco a poco fue perdiendo efectividad. El tercer cuarto finalizó con un preocupante 52-62 favorable a los balcánicos.

A falta de cinco minutos para el final, Gasol firmó el 60-64 y entreabrió las posibilidades de victoria. Pero Bjelica se inventó un triple que cayó del cielo y Bogdanovic remató la faena con otro. Hoy ante Turquía (domingo, 21.00 horas) España se juega mucho.