Vaya por delante, para que no se malinterpreten estas palabras, que los festivales (FIB y Rototom) en Benicàssim han sido, son y deberían continuar siendo fundamentales para nuestra población y que debemos felicitarnos todos: organización, administraciones, agentes turísticos y población en general, por su celebración y por el esfuerzo de todos en conjunto.

Hay algo incuestionable: el éxito de los festivales es debido a la conjunción de factores y de una amplia oferta de calidad que Benicàssim puede prestar (y no otras poblaciones) y así están: los 200.000 metros cuadrados de recinto de conciertos y acampada, los seis km de playas y su cercanía a ese recinto, la diversa gama de hoteles, campings, restaurantes, bares y zonas de ocio complementarias, la situación en cuanto a comunicaciones, etc. Todo ello ha creado unas sinergias complementarias que han favorecido el éxito y mantenimiento de esos eventos. Todo eso no se crea de la noche a la mañana.

La noticia de que el festival Rototom se va a celebrar, parece ser, desde el 13 al 20 de agosto de 2016 (o sea, todo el «cogollo» de agosto) es una mala noticia y un hecho negativo que se vuelve a repetir año tras año, a pesar de las quejas reiteradas al respecto en contra por un amplio sector turístico profesional.

El 15 de agosto, o el 15 de julio con el FIB, nadie está inventando o «salvando» a Benicàssim que ya existía turísticamente antes que los festivales aparecieran, y en especial, menos aún en esas fechas. Hay que reconocer que estos grandes eventos „en concreto el FIB„ fueron pioneros en toda España y abrieron un «nicho» de mercado que durante años (y sobre todo en los de la crisis) relanzaron a nuestra población y estabilizaron una demanda turística a la baja. Son eventos que, después han sido imitados por otras muchas poblaciones con más o menos éxito.

Ya en su momento supuso muchas tensiones, y más de una descalificación, el proponer, y conseguir, que la celebración del FIB se trasladara del mes de agosto al de julio, y ajustar a mejor las fechas de su celebración, hubo un consenso relativo.

Después apareció el festival Rototom y su celebración en agosto? y, desgraciadamente, cada vez se ha celebrado en las fechas menos idóneas para todos (excepto para la organización claro), los afectados negativamente, por la celebración en esas fechas, son los agentes/empresas turísticas, los turistas en general y los residentes y población de Benicàssim.

El 15 de julio o el 15 de agosto desde hace muchos años „y desde luego antes de la existencia de los festivales„ Benicàssim estaba al completo turísticamente hablando, ubicar la celebración de esos festivales en esas fechas es sobresaturar Benicàssim con el perjuicio que ello conlleva a todos los indicados anteriormente e, incluso, a los propios asistentes a los festivales que ven perjudicada la calidad de los servicios ofrecidos debido, precisamente, a esa sobresaturación. El sector turístico „por lo menos el que está todo el año activo y en promoción permanente de Benicàssim, no el que solo abre-cierra solo en esos dos meses„ ya ha alertado en diversas ocasiones de ese grave problema que, además, tiene una repercusión negativa de fondo y a medio y largo plazo: afecta a los turistas «de toda la vida» que se resienten y quejan de una masificación innecesaria y la consiguiente disminución de la calidad de la oferta turística en todos los ámbitos (limpieza, ruidos, playas?).

Peticiones del sector

Pero a pesar de las peticiones del sector turístico en el sentido dicho, una vez más, tergiversándolas como si se hubiera expresado un supuesto «no» a los festivales o que se pedía su traslado a fechas inviables (como el mes de septiembre como lo sería para su público objetivo), se ha hecho caso omiso por parte de la organización „y, además, con un poco responsable «mirar a otro lado» por parte del gobierno municipal y otros sectores„ que no ha querido ver que lo importante es el «win/win», o sea, que ganemos todos y Benicàssim en general y toda su población „con negocios turísticos o no„, y no solo las empresas organizadoras.

Porque como ya se dijo hace años, éstas no son ONGs sin ánimo de lucro, las organizaciones/empresas del FIB/ROTOTOM son negocios y no están aquí altruistamente, aunque, por supuesto, es legítima su actividad y ha sido y es muy positiva para Benicàssim, pero no por ello han de imponer sus condiciones de forma unilateral. Reciben importantes subvenciones, ayudas y colaboración de varias administraciones, en especial del Ayuntamiento de Benicàssim, tanto en dinero público como en medios de todo tipo (desde limpieza a sanidad o seguridad), por tanto es imprescindible tener en cuenta también los intereses de todos, que no son solo económicos y a corto o medio plazo.

Ya no se puede aceptar la contestación del «pues me voy a otro sitio» o «el festival se va», ha sido ya tan usada como desgastada está. No les estamos diciendo que se vayan? ni mucho menos? y no nos vuelvan, tantos años después, a decir que o es como ustedes dicen, o se van? no es que no solo no es creíble, si no que parece desleal e injusto para una población que se ha volcado con los festivales en todos los ámbitos. Lo que les pedimos a los organizadores es que reubiquen la celebración de los festivales en unas fechas más idóneas PARA TODOS y que no les perjudiquen, por supuesto, a los organizadores, pero tampoco a Benicàssim.

Celebrar el Rototom desde el 20 de agosto de 2016 era y es factible y creo que no perjudica la «rentabilidad» del mismo, pero sobre todo, no perjudica a Benicàssim. Y celebrar el FIB no más tarde del 15 de julio lo mismo. Con esas propuestas de esas fechas se pueden mantener ambos festivales, uno dentro de la primera quincena de julio y el otro los últimos diez días de agosto, y no hace falta que se junten ambos y se celebren casi simultáneamente, creemos que tampoco sería lo mejor para todos. Esperamos que aún podamos hablar todos desde el dialogo y el consenso, como debe ser y en positivo.