No pudo ser la victoria, pero al final la joven escuadra del Villarreal C logró arrancar un valioso punto de Los Arcos, ante un Orihuela que tuvo en su portero Emilio Romero a su mejor futbolista ya que salvó hasta en tres claras ocasiones el gol del segundo filial amarillo que hubiese permitido un triunfo de mucho mérito. Al final empate que sirve para sumar siete de los dieciocho puntos posibles. Y es que hay muchos empates (cuatro en total) en este arranque liguero para el equipo que entrena el preparador madrileño Carlos Pérez Salvachúa.

Dentro de lo que cabe el partido estuvo muy igualado, algo que se reflejó finalmente en el marcador del encuentro. Con pocas ocasiones de gol, pero las pocas que se pudieron ver a lo largo y ancho de los noventa minutos fueron para el conjunto de la Plana Baixa que habla de que quizás se mereció algo más el segundo filial del submarino. Valga por delante que la escuadra vila-realense se estrelló con el buen arquero local.

En la primera parte Carlos Joel Melgarejo tuvo una muy clara para inaugurar. El chaval de Torrevieja se plantó sólo ante el experimentado arquero de los locales y éste le salvó el uno contra uno. El atacante burgalés Mario González, muy participativo, también tuvo un par de llegadas muy peligrosas, pero ninguna acabó en las redes de los oriolanos.

Con el 0-0 y con un Villarreal C plantando cara a todo un Orihuela experimentado y con muchos jugadores curtidos en una y mil batallas se llegó al descanso de este encuentro. En el segundo acto el panorama no varió en exceso. El conjunto alicantino tuvo muchos problemas para crear peligro sobre la portería del meta vinarocense Ximo Miralles.

En cambio, el guardameta local Emilio volvió a parecer en dos ocasiones más para evitar el gol del filial amarillo, que veía ocmo se le resistía cobrar ventaja. Un lanzamiento el jienense Javi Jiménez lo rechazó el arquero, el balón quedó suelto y Carlos Joel volvió a rematar y Emilio salvó de nuevo los muebles.

No era la tarde ni de los locales, ahogados por el conjunto de Vila-real, ni de los muchachos de Carlos Pérez Salvachúa que supieron plantarle cara a todo un Orihuela, al que estuvieron muy cerca de sorprender en Los Arcos, pero que no pudo anotar. Emilio Romero lo paró todo en esta ocasión.