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El 45 % de los menores condenados en Castelló cumple la pena en libertad vigilada

Solo en un 10 por ciento de los casos se opta por el internamiento, aplicable para los delitos con violencia o intimidación

El 45 % de los menores condenados en Castelló cumple la pena en libertad vigilada

El 45 por ciento de los menores condenados en 2014 con sentencia firme por hechos delictivos cumple la pena mediante la libertad vigilada, frente al internamiento, que apenas se aplica en 10 por ciento de los casos, para los delitos más graves. Así se desprende del último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el que se aprecia un ligero descenso del número de menores condenados. En concreto, en 2013 hubo un total de 225 condenados mientras que en 2014 han sido 220, un 3 por ciento menos.

La libertad vigilada es una medida que conlleva un seguimiento de la actividad del menor (de su asistencia al colegio, al centro de formación profesional o al lugar de trabajo), y en el que se le procura ayudar a superar aquellos factores que le motivaron a cometer la infracción. Asimismo, la medida obliga al menor a seguir unas pautas socioeducativas y reglas de conducta impuestas por el juez como asistir con regularidad al centro docente correspondiente y justificar las asistencias y ausencias. También se le puede obligar a someterse a programas formativos, culturales, educativos, profesionales, laborales o similares y se le puede prohibir acudir a determinados lugares.

Por el contrario, entre las medias menos empleadas está el internamiento, que sería el equivalente a la privación de libertad (cárcel). En este caso, los menores residen en el centro y desarrollan allí sus labores formativas, laborales y de ocio. Cabe señalar que esta medida solamente se aplica en el caso de que la comisión de los hechos delictivos se haya realizado mediante violencia o intimidación, u originando un grave riesgo para la vida o integridad física de la víctima.

En cuanto al resto de medias están la prestación en beneficio de la comunidad „aplicada en el 25 por ciento de los casos„ y la realización de tareas socio-educativas „impuesta en un 8 por ciento de las condenas„.

Perfil del infractor

Según la última estadística hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el perfil del menor de edad que fue condenado en 2014 corresponde a un varón de 16 años, de nacionalidad española, con una única condena „no es reincidente„ y al que se le ha aplicado una única medida correctora. Así, de las 220 condenas que se interpusieron en el año 2014, un total de 178 correspondieron a chicos frente a 60 que recayeron en chicas. En ambos sexos se evidencia un creciente número de hechos delictivos conforme se acerca a la edad adulta y los infractores de 14 años apenas son residuales: cinco en el caso de las féminas y 28 en el sector masculino. Por nacionalidad, el 75 por ciento son españoles y el 25 por ciento restantes son extranjeros.

Por último, y en relación al número de delitos cometidos por cada menor, la mayoría de ellos solamente han incurrido en un delito o una falta -un 70 por ciento- y, el resto, un 30 por ciento sería reincidente. Si separamos por sexo, este patrón se repite tanto en chicos como en chicas.

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