Antonio Palomares ha dicho adiós a la presidencia de la asociación de la Marjaleria de Castelló después de 23 años. El histórico dirigente vecinal cede el testigo por motivos de salud, según explicó ayer a este diario. El nuevo presidente es Rogelio Molina.

El relevo en la Marjaleria se produce en un momento convulso, con el barrio dividido entre el colectivo vecinal y la plataforma de Unión por la Marjaleria, que agrupa a propietarios afectados por órdenes de derribo. Palomares luchó por lograr la regularización de las edificaciones de la zona, pero el plan especial que promovió el antiguo Consell no ha conseguido salvaguardar ninguna casa. Se proyectó en los años de vino y rosas y diseñó un programa mastodóntico que abría la puerta a nuevas construcciones al prever 2.500 nuevas. Sin esta ordenación, las sanciones del ayuntamiento han continuado en estos años. El nuevo equipo de gobierno municipal pretende revisar el plan especial, salvar las construcciones que sean posible y frenar la provisión de nuevas construcciones.

Concentración el día 23

Unión por la Marjaleria ha convocado una concentración en la plaza Mayor el 23 de este mes para protestar por la «inacción» de los actuales munícipes progresistas.