Progresivamente, el Castellón ha ido vaciando la enfermería en las últimas semanas hasta que ayer la limpió por completo. El centrocampista Charlie Meseguer, que se ha perdido los tres últimos partidos de Liga por una rotura muscular, recibió el alta médica. El entrenador Ramón María Calderé apura los entrenamientos de la semana de cara al encuentro del domingo en Castalia contra el Novelda (17.00 horas). Por vez primera en demasiado tiempo, lo hará con toda la plantilla a su disposición.

El paso adelante en la recuperación de efectivos lo dio la semana pasada, con el regreso de los dos delanteros de la plantilla inicial. Gaizka Saizar y Rubén Fonte se lesionaron en el mismo partido, contra el Ontinyent en Castalia, con sendas luxaciones del hombro. Esa doble desdicha supuso el inicio de los males albinegros. Hasta ese momento no había perdido. Desde ese momento no ha vuelto a ganar.

Saizar fue titular en Muro y se repartió los minutos con Fonte, que lo sustituyó en la segunda mitad. El Castellón necesita con urgencia su aportación goleadora. Los números han bajado alarmantemente en este tiempo. Antonio, el ariete fichado para compensar su ausencia y, ahora, complementar las opciones ofensivas, no se ha estrenado aún como goleador.

Por el camino, el entrenador ha recuperado también al extremo Diego Carrillo, ausente en las dos últimas semanas, y ha consolidado la vuelta de Jordi Marenyà, que se ha afianzado en la medular como compañero de Castells. Ahí viene ahora de vuelta Meseguer, para competir por asomar en el once titular. Meseguer forzó para jugar infiltrado su último partido, contra el Atlético Saguntino en Castalia. Desde entonces, una lesión agravada y una paciente recuperación. Con él, y a falta de resolver los problemas con la ficha del portero Casero (hoy sabrá el club si estará disponible este fin de semana), Calderé dispone de todas sus cartas.