Un niño de 3 años se precipitó ayer en el interior de una trampilla ubicada en el barrio Sensal de Castelló después de que el menor pasara por encima de la tapa y esta se rompiera. Afortunadamente, el menor resultó ileso. Al parecer, el agujero en el que cayó no tenía la tapa de protección de hierro y se habría colocado otra de plástico, que fue la que cedió ante el peso del niño. El menor salía de la escuela e iba por la calle junto con otros niños cuando los menores se pararon para jugar. Fue entonces cuando el niño saltó en la tapa, cedió y cayó dentro.