Rápido y sin demasiadas situaciones de peligro. Así transcurrió el primer encierro de toros bravos de la Fira d'Onda, que completaron todo el recorrido sin romper la manada y, lo más importante, sin mandar a nadie a la enfermería. Los «cadafals» instalados a lo largo del recorrido estaban repletos de público. En la calle también había un gran bullicio que desapareció cuando lanzaron el último cohete.

En ese momento, sobre el asfalto, solo quedaron los corredores, los toros? y los que buscan encamarse a alguna barrera en el último momento.

Los astados de la ganadería de los Bañuelos partieron del Camí Castelló, y al salir de la Safona, empezaron las primeras carreras hasta llegar a la calle Cervantes. La manada se estiró, y los tres primeros cerriles buscaban a los corredores, aunque sin llegar a hacer diana. Había gente, pero los corredores pudieron correr, en general, a su gusto, y aunque hubo alguna lucha por la mejor ubicación, como en la entrada al Pla, todo surgió a pedir «de piernas».

Jornada taurina non stop

El encierro duró apenas unos minutos, aunque todavía hubiese terminado antes si al llegar al Raval los últimos toros hubiesen entrado directamente a los toriles. Cuando accedieron, uno de los toros salió poco después, conforme a lo que marcaba el programa. Empezaba una jornada taurina que se alargaría hasta la noche y en la que también participarían un toro de Victorino Martín Andrés, patrocinado por la peña Pañuelito Verde, y el ganado de la Señora de Vallat.

Ayer volvió a lucir el sol después de dos días de lluvia, por lo que los niños pudieron disfrutar de actividades infantiles en el pabellón Víctor Cabedo.

En su interior, por otra parte, se celebró uno de los actos más esperados por los niños: el musical de «La Bella y la Bestia», que registró una gran afluencia de público. La música también fue protagonista durante el miércoles de Fira. La plaza de España albergó el I Festival de Rumbas, Sevillanas y Flamenco Pop con los grupos, Los Makis, Al límite, De calle, Efecto Carajillo, Sentío, Desde dentro y Ronda 7. Por la noche, al cierre de esta edición, el mago Lari tenía previsto presentar en el teatro Mónaco el espectáculo «Lari Poppins», mientras que el pabellón esperaba la fiesta Pachanhouse de la peña Nirolexia.

Los espectáculos taurinos se retomarán mañana viernes y los cerriles volverán a perseguir a los corredores en un nuevo encierro el próximo sábado, con astados de la ganadería de los Ronceles.

Así, durante el día de hoy jueves, los disfraces serán protagonistas. A las 17.00 horas se retomará el pasacalle infantil de disfraces que la lluvia obligó a suspender el martes. Por la noche, llegará la hora de los mayores, ya que pasadas las 23 horas están llamados a concentrarse las peñas disfrazadas para empezar el pasacalles que desembocará en el pabellón Víctor Cabedo para disfrutar de un baile amenizado por la orquesta La Furia. Entre una y otra concentración de disfraces, se han programado también varios actos dedicados a los mayores, con un pasacalles y una comida homenaje.