La corporación vila-realense aprobó en el pleno de ayer, a propuesta del Partido Popular, la firma de un convenio con Apaval para destinar una ayuda anual fija (todavía por concretar) que permita a la entidad de «paranyers» asumir los costes que se derivan de su actividad, en especial para defender la selectividad de este método de caza tradicional y posibilitar su legalización de nuevo. Al debate en el pleno de la propuesta del PP acudieron unos 50 miembros de la asociación.

La moción fue polémica porque, pese a votar a favor de la moción, ni al PSPV-PSOE ni a Compromís les gustó el uso político de esta cuestión. El alcalde, el socialista José Benlloch, afirmó que este jueves se reunirá con el director general de Medio Natural de la Generalitat y que le trasladará las demandas de los cazadores, y que también ha mantenido contactos con el president de la Generalitat, Ximo Puig, para que reciba «cuanto antes» a los representantes de Apaval.

El portavoz de Compromís, Pasqual Batalla, lamentó que el PP se erija ahora en defensor de los «paranyers» cuando «en 20 años de gobierno en la Generalitat, con mayorías también en Madrid y en Bruselas, no han hecho nada» por este método de caza, según aseguró.

En el pleno se abordó además la modificación de las ordenanza de tráfico circulación y seguridad vial. Gracias a los cambios introducidos, el Ayuntamiento de Vila-real otorgará a los pequeños y medianos comerciantes una tarjeta especial que les permitirá aparcar en las zonas de carga y descarga.

Con los cambios en la normativa municipal, las zonas de carga y descarga se reservan a vehículos industriales, comerciales o adaptados, limitando el tiempo máximo a 30 minutos. El objetivo de esta medida es evitar que vehículos particulares utilicen estas parcelas reservadas, una situación que se da con cierta regularidad.

Para que esta medida no afecte a los pequeños comerciantes que no disponen de este tipo de vehículos, el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo, anunció que el consistorio creará unas tarjetas especiales con las que los empresarios puedan utilizar las zonas reservadas en las mismas condiciones y con sus coches particulares, que pasarán a ser considerados comerciales.

Asimismo, quedan prohibidas las operaciones de carga y descarga en horario nocturno -de 22.00 a 08.00 horas- cuando «con ello se altere la normal tranquilidad de los ciudadanos, salvo que cuenten con la correspondiente autorización municipal».

Cambios para las bicis

La modificación de la ordenanza también afecta a la circulación en bicicleta y motocicleta, de forma que a partir de ahora estos vehículos podrán avanzar a los turismos que hagan cola durante la detención semafórica. El objetivo de la medida es permitir un mejor posicionamiento más seguro a bicicletas y motocicletas.

En cuanto a las bicicletas, la normativa también extiende la obligatoriedad del uso del casco en zona urbana a los menores de 16 años, mientras que para edades superiores la ordenanza sigue limitando su obligatoriedad a travesías y vías interurbanas.

La ordenanza también regula las plazas de aparcamiento reservadas a discapacitados -este término sustituye en todo el texto al de minusválido-. De esta forma, para acceder a las tarjetas de estacionamiento, los miembros de este colectivo deberán acreditar un grado de discapacidad del 33 % como mínimo y tener una reducción de movilidad de siete puntos o más sobre diez.

Asimismo, deberán presentar un certificado del médico de cabecera en el que se determine la existencia de dificultades para la movilidad, como por ejemplo el uso habitual de silla de ruedas, de bastones para andar o la existencia de lesiones crónicas en el aparato locomotor.