Ha llegado Kiko Ramírez al banquillo del Castellón y el equipo de la capital de la Plana quiere recuperar la hegemonía del vigente campeón. Quiere empezar a hacerse fuerte en el estadio Castalia (un triunfo sobre cinco partidos) para mejorar sus registros como local. En una hipotética clasificación sumando los puntos logrados en casa, el conjunto albinegro ocuparía plaza de descenso a Regional Preferente porque las cosas no han podido hacerse peor hasta la fecha con Ramón María Calderé.

Cinco puntos sobre quince posibles es el pobre bagaje en casa del Castellón. Ganó goleando al Jove Español (5-1) en la segunda jornada de Liga y luego dos empates, y gracias. Con peores registros que los castellonenses sólo están el Orihuela „próximo rival„, el Acero y el mencionado Jove Español. Envidia sana es la que da el sorprendente Atlético Saguntino que ha hecho pleno de victorias en el Camp Nou de Morvedre: seis partidos, seis triunfos. Idénticos guarismos que acumula otro de los pesos pesados del grupo como es el Ontinyent.

El Castellón se proclamó campeón de Liga la pasada temporada, la 2014-15, porque fue muy regular, tanto en el estadio Castalia como en los desplazamientos. En toda la fase regular sólo perdió seis partidos (tres en casa y otros tantos como visitante) en toda la temporada, cuando ahora ya lleva perdidos cuatro tras haberse disputado las once primeras jornadas (dos en casa y otras dos fuera).

Ahora llega un mes de noviembre con cinco partidos, de ellos tres serán en Castalia: Orihuela, Crevillente (día 8) y Torre Levante (15), estos dos últimos consecutivamente; y dos fuera de casa ante el Elche Ilicitano (22) y el Benigànim (29).