La Policía Local de Castelló ha desarrollado durante los meses de abril y octubre una campaña contra la contaminación acústica con más de un centenar de vehículos controlados, y solo el 5,3 por ciento de las motocicletas y ciclomotores controlados incumplía la normativa vigente.

Según fuentes de este cuerpo policial, las dos campañas de control de los niveles sonoros de los vehículos que circulan por el casco urbano se han realizado a través de controles aleatorios, donde los agentes han medido los niveles de ruido que emiten los motores de dichos vehículos.

Durante los controles desarrollados por el Grupo Operativo de Tráfico de la Policía Local de Castelló se han efectuado pruebas de sonometría a 100 motocicletas y 31 ciclomotores. Del total de vehículos controlados, siete motocicletas y ciclomotores fueron denunciados por rebasar los niveles de decibelios establecidos, es decir, sólo el 5,3 % de todos los vehículos sometidos a la prueba de sonometría. Cuatro denuncias fueron por superar los niveles sonoros permitidos en más de 6 decibelios (denuncia grave) y las otras tres restantes fueron por superar el límite establecido pero no rebasar los 6 decibelios (denuncias leves).

El objetivo es concienciar a los propietarios de motocicletas y ciclomotores de que la emisión sonora que generan sus vehículos debe estar dentro de unos límites establecidos legalmente para evitar que dicho ruido pueda perjudicar al resto de la ciudadanía.

Uno de los problemas ambientales relevantes en los cascos urbanos es el de la contaminación acústica, que se ha incrementado «de forma espectacular» en los últimos 20 años y, por ello, se considera como uno de los contaminantes más molestos y que más incide sobre el bienestar de los ciudadanos. Varios estudios señalan como fuente principal de ruido en las ciudades el proveniente de los vehículos a motor y dentro de éstos destacan motocicletas y ciclomotores.