El proyecto comercial se encuentra en su fase previa de urbanización. Implica una parcela de 165.00o metros cuadrados de titularidad privada que tiene la calificación de uso terciario. Se encuentra en las proximidades de Salera, la única superficie de la periferia existente en Castelló. La promotora señaló ayer que detrás de la operación hay un grupo inversión balear y prevé que las obras del parque comiencen una vez finalice la reparcelación de los terrenos -primer semestre de 2016-. Su objetivo, si consiguen el visto bueno de la Generalitat Valenciana, es inaugurar el centro a primeros de 2017.

No es la primera iniciativa de esta índole que se plantea en la misma parcela. En 2009, según la promotora, ya hubo un primer intento pero al final se paralizó por la crisis económica. Ahora remarca que la inversión de la empresa balear es firme. Contempla cinco zonas comerciales distintas y complementarias y su idea es acoger nuevas firmas así como establecimientos situados en los alrededores de la Ciudad del Transporte.

Los promotores son conscientes del nuevo escenario político y de la preocupación del comercio de Castelló, pero insisten en que su oferta es compatible con el sector tradicional. Afirman que no causará daños al comercio y que generaría nuevas oportunidades a la capital de la Plana.

Pero el pequeño comercio entiende que es un sinsentido construir una nueva gran superficie cuando Salera cuenta con locales vacíos». «No aprenderemos, tuvimos la crisis por la especulación y ahora, que parece que se empieza a remontar, apostamos por lo mismo», lamentaba un comerciante. Los impulsores lo ven como una inversión que generará riqueza y puestos de trabajo a la ciudad.