El presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, ha firmado ya la orden de transferencia del 50 % del coste del nuevo acelerador lineal del Hospital Provincial con tal de agilizar al máximo su compra y que la Generalitat pueda licitarlo este mismo mes de noviembre. Según han informado fuentes de la institución provincial, con ello, «el presidente provincial cumple con el compromiso adquirido en el pleno del mes de septiembre de la corporación provincial».

En el pleno, por unanimidad de todos los grupos políticos, la institución decidía cofinanciar a partes iguales con la Generalitat este acelerador. Una decisión dirigida a agilizar la compra del mismo, después de que, según las mismas fuentes, "la Generalitat eludiera el compromiso adquirido el 8 de abril para financiar íntegramente este equipamiento fundamental para garantizar los tratamientos oncológicos en la provincia de Castelló".

El presidente ha explicado que "entendemos que, a pesar de que le correspondía a la Generalitat financiarlo, lo más importante es que ningún paciente de Castelló se quede sin tratamiento". Ha hecho hincapié en que "nuestro objetivo es que el acelerador esté funcionando cuanto antes y por ello hemos puesto todos nuestros recursos en cumplir con la Generalitat, nos pidió financiación y ya la tiene, porque la Diputación siempre va a estar a favor y va a trabajar por todas aquellas medidas que favorezcan a las familias de Castellón".

De ese modo, la Diputación ha aumentado en 1,5 millones la transferencia que realiza al Hospital Provincial, suponiendo las aportaciones a realizar hasta finales de año un ingreso conjunto de 3.369.059,65 euros.

Retrasos en época del PP

La 'urgencia' que ahora traslada Moliner contrasta con la falta de actuaciones durante los últimos años pese a las continuas averías de los dos aceleradores lineales del centro sanitario. Durante los últimos años han sido constante los problemas en los dos aparatos, hasta el punto de que provocaban retrasos en el tratamiento oncológico de los pacientes. Durante los años de gobierno del PP, desde la oposición se reclamaba al entonces conseller de Sanidad, Manuel Llombart, y al propio presidente de la Diputación, Javier Moliner, la compra de un prometido tercer acelerador lineal que nunca llegó.