Con el mismo cariño e interés con el que una madre prepara una agenda para que su hijo con Trastornos del Espectro Autista (TAE) comprenda el mundo que le rodea y sobre todo pueda comunicarse, se planteó en la Vall d'Uixó un proyecto que llenó la ciudad con 120 pictogramas que en la actualidad se convierten en una interesante guía para personas que se encuentran en estas circunstancias y que quieran conocer esta ciudad de la Plana Baixa.

Viajar con personas que tienen autismo requiere de una preparación especial, como especiales son sus circunstancias, pero no es un obstáculo, sobre todo si el destino está adaptado para ayudar tanto a esas personas, como a sus familias, a entender qué están viendo y dónde se encuentran. Si en principio la instalación de pictogramas se planteó por parte de una asociación local para facilitar la vida cotidiana de sus vecinos con estas capacidades especiales, lo cierto es que tras su colocación, se han convertido en una herramienta de comunicación para los visitantes muy interesante.

Los pictogramas son, simplemente, signos que representan de forma esquemática un símbolo, un objeto real o una figura, con el objetivo de trasladar un mensaje que sobrepasa la barrera del lenguaje objetivo, para poder informar o señalizar. De este modo, que en la fachada del ayuntamiento de la Vall d'Uixó haya un sencillo dibujo que representa un edificio acompañado con la palabra que lo identifica, tiene como finalidad que cuando la persona con autismo se sitúe frente a esta casa tan grande, sea capaz de comprender de qué se trata.

La Vall d'Uixó se convierte, por tanto, en un buen destino para viajar con personas con estas capacidades especiales, sobre todo si se tiene en cuenta que las personas con TEA son «excelentes pensadores visuales», tal y como afirman los especialistas.

Así, pasearse por la Vall tiene un aliciente indiscutible a la hora de despertar la curiosidad de visitantes tan singulares, que descubrirán que en muchos de los edificios más emblemáticos, como las Casas de los Maestros, el Teatro Municipal, los campos de fútbol, la biblioteca, los centros sociales o las residencias, pueden encontrar en sus fachadas uno de esos pictogramas con los que están tan familiarizados en su comunicación cotidiana, dado que es muy habitual que los padres de niños con autismo los utilicen constantemente.

En el congreso sobre Turismo Accesible que se organizó en Fitur 2013 por parte de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física, entre otras buenas prácticas se destacó que «todos en algún momento podemos tener alguna necesidad especial, por lo que diseñar para la minoría, significa diseñar para todos». Ese sería el sentido de la red de pictogramas que se encuentra en la Vall.

Además, entre los consejos a la hora de organizar un viaje en el que participan, especialmente, niños con TAE, se suele destacar la necesidad de buscar destinos silenciosos, de bajo perfil, en los que se eviten los tumultos, de ahí que la Vall sea un destino ideal.

Pero el interés de los pictogramas no acaba aquí, ya que se ha demostrado su utilidad para personas con discapacidad motora y psíquica, para inmigrantes, personas con alzhéimer o parkinson. De este modo, si el entorno urbano de la Vall d'Uixó ya era un destino turístico de interés demostrado para cualquier persona, desde el año pasado cuenta con un incentivo para un colectivo que tiene derecho a sentirse y disfrutar de su vida como cualquier otra persona.