La nueva Política Agraria Común (PAC) para 2014-2010 recortará un 15 % las ayudas en el campos castellonense y obligará a los citricultores de la provincia, donde predomina el minifundio, a unir sus propiedades si quieren continuar percibiendo las subvenciones europeas. En 2017 se quedarán fuera los terrenos de menos una hectárea. Bruselas excluirá las extensiones naranjeras que ahora que cobran hasta 300 euros. Los huertos de cítricos cuentan ahora con 275 euros.