El Castellón firmó en Benigànim la tercera remontada del mes. Remontó en Elche contra el Ilicitano, repitió en Castalia contra el Torre Levante y tripitió ayer en el Municipal de Benigànim. Se adelantaron pronto los locales desde los once metros, por mediación de Koeman, pero los albinegros no están ahora para buscar excusas. Al contrario, el equipo de Kiko Ramírez tuvo primero paciencia y luego pegada para revertir una situación adversa. Pruden igualó el marcador al ejecutar un gran libre directo y aún antes del descanso, en otra acción a pelota parada, Jesús López hizo el segundo de los visitantes. El Castellón abrochó el triunfo, el cuarto consecutivo y el quinto en seis partidos con el nuevo entrenador, en el inicio del segundo acto, con el 1-3 definitivo de Charlie Meseguer.

A grandes rasgos, Kiko Ramírez dio continuidad al once que ganó en Castalia la pasada semana. Hubo dos cambios. Jesús López relevó a Alberto Ramos en el lateral izquierdo, y Rubén Fonte al tocado Antonio en la punta del ataque. Como fuere, el Castellón no entró bien en el partido. Apenas un minuto de juego había transcurrido cuando Koeman envió alto, con todo a favor, un balón suelto en el área. Al poco, a los diez minutos, llegó el 1-0. En un barullo, la pelota tocó en la mano de Castells. El árbitro señaló penalti y esta vez Koeman no falló. Batió a Álvaro Campos y adelantó a los locales.

En desventaja, al Castellón lo rescató la pelota parada. Empató en torno al ecuador del primer tiempo, en una falta que forzó Fonte y que clavó Pruden en la escuadra. Al filo del descanso llegó el segundo, también en una falta cercana al área. La enroscó Marenyà y Jesús López, no sin suspense, batió al meta Tejera.

Charlie sentencia

En el segundo tiempo, entonces sí, el Castellón salió correctamente. Los visitantes impusieron su superioridad en diez minutos letales. No pararon hasta marcar el tercero que decantó el partido definitivamente. Avisaron Pruden y Rubén Fonte, y Charlie Meseguer dio la estocada definitiva, tras recibir un pase interior de su compañero Marenyà.

A partir de ahí, el Castellón controló el partido. Manejó el tempo con los cambios, incrustó a Escudero incluso en la zaga, y el portero Álvaro intervino con acierto cuando fue exigido. El 1-3 permite a los de Kiko dormir a apenas dos puntos del cuarto.