La campaña electoral concentrada en cuatro horas y media. Es lo que se vivió ayer en el pleno de la diputación, en el que los partidos políticos desplegaron toda su artillería, protagonizando el debate más bronco del presente mandato, con descalificaciones y amenazas cruzadas de denuncias. Fue la consecuencia de convocar la sesión a cinco días de las elecciones generales y horas después del debate entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, que tuvo continuidad en el salón noble del palacio provincial.

En un ambiente de excitación política máxima, se celebró ayer el pleno de la diputación, que abordó como asunto principal la aprobación de los presupuestos del próximo año. El PP -cuyas opciones de gobernar España en la próxima legislatura pasan por acuerdos con otras fuerzas- fue incapaz de seducir a ninguno de los cuatro partidos de la oposición, que votaron en bloque en contra de los presupuestos, aunque prevaleció la mayoría absoluta del PP.

En el debate saltaron chispas. Sobre todo, entre el portavoz socialista, José Benlloch, y los miembros del gobierno popular. Benlloch ofreció su versión más guerrera y se batió contra medio ejecutivo popular, buscando el enfrentamiento directo con el presidente, Javier Moliner. «Está intentando provocarme. No utilice la técnica Sánchez que no voy a caer», le advirtió Moliner (aludiendo a la estrategia agresiva del líder del PSOE en su debate con Rajoy), quien llamó al orden en varias ocasiones al líder socialista. Éste acusó a Moliner de haber confeccionado un presupuesto «arbitrario» que beneficia, a su juicio, a los municipios gobernador por el PP. «Ha dejado a la altura del betún a Carlos Fabra, lo ha dejado de aprendiz», espetó.

El PP cargó el pleno de contenido político, al presentar mociones con algunos de sus principales argumentos de campaña. Además de propugnar la recuperación económica y del empleo, hizo un alegato a favor de los bous al carrer, otro en defensa de los pequeños municipios e incluso aprobó remitir al juzgado que instruye el caso del Castor un reportaje de una revista sobre la actuación del gobierno de Zapatero.

En el debate sobre los toros, el presidente Moliner amenazó al portavoz de Compromís, Xavier Trenco, con llevarlo a los tribunales por manifestar que veía coartada su libertad de voto y expresión. Trenco tuvo que rectificar. En el punto del Castor, el socialista Benlloch amagó con denunciar en un futuro al portavoz popular/candidato al Congreso, Miguel Barrachina, por sus acusaciones a miembros del Gobierno de Zapatero. Así mismo, preguntó por qué no se ha utilizado el pleno en otras ocasiones para denunciar ante la Justicia artículos periodísticos sobre temas de corrupción del PP, especialmente los relativos al expresidente de la diputación Carlos Fabra.

También salió colación el plan Xarxa Llibres. Benlloch acusó al gobierno popular de bloquear los fondos, con el pretexto de un informe de la Generalitat, para evitar que las ayudas para los libros de texto lleguen a las familias antes de las elecciones generales. El ejecutivo popular respondió que es«escrupuloso» con la legalidad y censuró «el apretón electoral» que le ha entrado al PSOE con el Xarxa Llibres.