El mejor local del grupo III de Segunda B busca ser más regular a domicilio, donde acumula más de tres meses sin conocer la victoria. La última se remonta al 6 de septiembre pasado cuando vapuleó al Hércules en el Rico Pérez (0-4) y, desde entonces, en los desplazamientos se ha limitado a arrancar cuatro empates y a encajar dos derrotas. Unos registros que no son del todos malos, pero que contrastan con esa inmaculada trayectoria en el Mini Estadi, donde sus nueve partidos se han saldado con ocho triunfos y un único empate.

El sábado a las 16.00 horas el Villarreal B jugará el último partido en el campo de la Pobla de Mafumet, filial del Nàstic. Un equipo que está en la zona medio-baja de la tabla y donde la escuadra que lidera Paco López intentará despedir el 2015 con un triunfo, para así poder reencontrarse con la victoria a domicilio. Los tarraconenses en su feudo han ganado dos partidos, empatado cuatro y perdidos dos más.

El filial amarillo venció en sus dos primeras salidas al campo de L'Hospitalet (1-3) y al del Hércules (0-4), pero luego han ido enrocando semana tras semana. Empataron frente al Reus Deportiu, Atlético Baleares, Huracán de Valencia y Olímpic de Xàtiva, para perder ante el Alcoyano (2-0) y el Badalona (1-0).