Diversos bares tradicionales de Castelló han soportado el paso del tiempo y han aguantado la competencia de las modas gastronómicas. Se han adaptado a las nuevas tendencias con alguna reforma pero respetando su esencia, que es lo que le garantiza la continuidad de una clientela fiel. Así sucede por ejemplo con el establecimiento bautizado «Gin Vin», situado frente al viejo asilo en la calle Gobernador y que antaño era conocido como Carvi.

Desde 1993 lo regenta Juan Carlos Selma, que impulsó una renovación del local hace tres años y le cambió el nombre. Modernizó la decoración y amplió su carta. El almuerzo es sencillo y económico. Hay bocadillos y montaditos de solomillo, morcillas con pimientos, pechuga con queso brie, sobrasada con queso de cabra y miel, atún, jamón, longaniza y tortilla de patatas. De tapas cabe destacar morcilla de burgos, ensaladilla, magro con tomate o pisto, entre otras. Por cinco euros se puede degustar un bocadillo, carajillo más aperitivo.

Gin Vin sobresale por su ubicación y por ser un espacio semi abierto que permite a los fumadores seguir, por ejemplo, su televisión desde el exterior del local.

Este bar continúa siendo un punto de reunión de aficionados «culés» de Castelló de toda la vida. Cada partido del Barcelona es retransmitido y el establecimiento se convierte en una tertulia futbolística. En los últimos años las celebraciones han sido continuadas. También se ha llegado a escuchar el himno del Atlético de Madrid después de su última victoria en la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid. Asimismo, es lugar de peregrinaje de simpatizantes del Club Deportivo Castellón. Aquí, el Barcelona y el CD Castellón van de la mano.

Los fines de semana, el Gin Vin se transforma en un lugar de copas para la gente joven.