El Ayuntamiento de Almassora priorizará la creación de una pantalla verde en el Serrallo entre las peticiones de ayudas procedentes de la Unión Europea en materia medioambiental. Así figura en la estrategia de desarrollo sostenible que el próximo viernes será sometida al debate de la corporación en pleno extraordinario y que cifra en 600.000 euros la primera fase de este proyecto previsto para minimizar el impacto del polígono petroquímico.

La intención del consistorio es crear un parque verde de unos 223.000 metros cuadrados que separe la zona industrial de las viviendas ubicadas en la costa local. Debido a la gran superficie sobre la que está previsto proyectar la barrera, en esta primera fase se actuaría sobre unos 110.000 metros cuadrados, aproximadamente la mitad de la superficie total, correspondiente a la franja más pegada a la costa.

Tal como indica el ayuntamiento en el plan que elevará a Bruselas, el polígono del Serrallo linda con las viviendas de la playa, una circunstancia que conlleva problemas de carácter ambiental. «Como consecuencia de ello, existe una necesidad de dar solución a todos estos inconvenientes y la construcción de una barrera verde es la propuesta que mejor se adapta», señala el documento.

Por ello, Almassora reclamará a la Unión Europea la mitad de la inversión total, es decir, 300.000 euros. El consistorio aportaría el otro 50% de los fondos hasta alcanzar los 600.000 euros. Al margen de que Bruselas otorgue la subvención de los fondos Feder, un plan plurianual que engloba de 2016 a 2022, el equipo de gobierno ha reiterado su intención de que el resto de administraciones públicas y también las empresas que operan en el polígono colaboren en la financiación del parque público.

La barrera verde, añade el texto que se remitirá a Bruselas, servirá para evitar los riesgos de accidentes graves en el caso de incendio instantáneo, explosión o fuga tóxica. Al mismo tiempo, debe servir para evitar que la contaminación producto de las emisiones tóxicas de las chimeneas del polígono petroquímico afecten a los vecinos de la playa de Almassora que, por cercanía, están expuestos a niveles de elementos tóxicos, como hidrocarburos persistentes, compuestos orgánicos volátiles, posibles fugas de amoníaco y otros productos tóxicos e inflamables, entre otros.