Salió ayer la gente disgustada de Castalia, porque el equipo de las ocho victorias seguidas,ayer no estuvo a la altura y acabó empatando ante uno de los conjuntos más flojos de Tercera, como el Jove Español con quien también se empató, por cierto, la semana anterior.

Es verdad que ambos partidos no admiten comparación. Una semana atrás, los albinegros jugaron casi siempre en campo contrario y dominaron claramente. La falta de puntería equilibró el choque en favor de los locales.

Ayer, no. El primer tiempo plantea dudas, dudas importantes. Sabemos que el juego ofensivo gravita en torno a Pruden y Charlie. Si el primero es sujetado por su par, como ayer en el primer tiempo, y el segundo participa sólo de manera esporádica, las llegadas se reducen y el rival comienza a encontrarse cómodo. Hasta ahora, Antonio había sido la clave para desatascar, intercambiando su rol con Charlie. Ayer estuvo bien taponado y apareció poco en situaciones intermedias.

Está claro que, tras diez semanas, los rivales ya han estudiado a este Castellón de Kiko Ramírez y comienzan a buscar el antídoto para anular sus virtudes: seriedad y solidaridad en fase defensiva y talento a la hora de buscar la portería contraria.

Del segundo tiempo, me quedo con la reacción. La actitud fue otra y se notó desde el inicio. Además añadiría dos nombres propios. Uno Tariq. Ofreció detalles de buen futbolista. Nervios de acero en área para tratar de encontrar la mejor solución y sentido del desmarque para llegar al remate. La tuvo nada más debutar. Hará goles, seguro. El otro, Jorge. Hasta ayer no había demostrado gran cosa. Su papel en el lado derecho fue muy destacado. Encaró, llegó y puso muy buenos balones al área.

El segundo tiempo el equipo albinegro se hizo merecedor del triunfo. Esta vez el fútbol le pasó factura a su mediocre primer acto. De penalti y en la zona Cesarini, ésa que tan bien manejan los hombres de Kiko. Día para reflexionar y sacar conclusiones. Un equipo que quiere jugar y ganar eliminatorias de ascenso, no puede conceder ese tipo de situaciones al rival con victoria mínima y a poco del final. Ni siquiera, sabiéndose muy superior. Mucho menos, desperdiciar todo un primer tiempo pensando que a base de inspiración se podrá acabar ganando.

El entrenador avisó el día del Rayo Ibense, que la derrota estaba cerca. No se ha equivocado. Empatar contra dos equipos que huelen a Preferente, sabe a derrota. Y evapora los sueños de liderato. De ser segundos a cuartos. Es lo de menos porque queda mucho. Pero duele.

Los aficionados esperan un equipo como el del segundo tiempo. Un equipo que quiere y va a por el partido.

Ahora el calendario se complica. Esperan tres salidas de aúpa: Ontinyent, Sagunto y Vila-real y visitarán el estadio Castalia Borriol y Alzira. Febrero será clave para asentarse en play-off o luchar por el primer puesto. Pero también para comprobar si este es el año, de una vez por todas.