Investigadores de la Universitat Jaume I han desarrollado un marco de evaluación para medir el desempeño ambiental de las empresas del sector textil.

El modelo contribuye a la generación de herramientas más operativas para el mercado y propone mejoras en la publicación de información ambiental relevante y fiable, cuestiones básicas para combatir el problema generalizado de falta de información ambiental de la industria textil y el desconocimiento sobre qué opciones de compra e inversión resultan menos dañinas para el medio ambiente.

El sector textil presenta uno de los patrones de producción con más impacto ambiental: uso de sustancias químicas tóxicas, alto consumo de agua y energía, generación de grandes cantidades de desechos y vertidos, y empleo de materiales de embalaje no biodegradables, entre otros. Una problemática sobre la cual existe escasa información. Investigadores del grupo SoGReS-MF del Departamento de Finanzas y Contabilidad de la UJI han desarrollado un marco de evaluación ambiental que tiene como principal objetivo dar respuesta a la necesidad de informar a los stakeholders, es decir, a los consumidores, inversores, administración pública e incluso a los propios gestores de las empresas, sobre el alcance y los impactos ambientales de las actividades de las empresas del sector textil.

Durante 15 meses de trabajo, el equipo de investigación multidisciplinar e internacional, formado por investigadores de la Universitat Jaume I y la Universidad de Oslo expertos en derecho, economía, finanzas y ciencia de carácter ambiental, ha estudiado en profundidad la normativa y los impactos ambientales del sector textil desde diferentes perspectivas y en su conjunto. En primer lugar, se analizaron los aspectos ambientales críticos del sector a partir de dos fuentes de información: informes de sostenibilidad y valoración de expertos. A continuación, se procedió a identificar facilitadores y barreras de la legislación actual para internalizar en la gestión corporativa las externalidades ambientales. Posteriormente, se examinó el desempeño ambiental de 57 empresas textiles y, finalmente, se ha diseñado un marco de evaluación basado en métodos de decisión multicriterio que supera las limitaciones actuales.