En la última sesión, el fiscal ha aprovechado las conclusiones finales del juicio por la depuradora de Borriol para revelar que hay un nueva investigación judicial en curso relacionada con la actividad de las empresas de Francisco Martínez.

En sus conclusiones, ha manifestado que está probada la relación de los acusados para "esquilmar el patrimonio público" y ha definido el papel de cada uno de los acusados: "Francisco Martínez era el tapado; Raúl Babiloni, el testaferro; Adelino Santamaría, el conseguidor; y los hijos de Martínez, los cooperadores".

Según ha señalado, hubo "un concierto" entre todos los acusados para introducir la finca de Martínez en las expropiaciones de la depuradora. Por todo ello, el fiscal mantiene las peticiones de pena, que en el caso de Martínez es de cuatro años de cárcel.