El Villarreal B seguirá como líder de Segunda B tras empatar ayer contra el Reus en el Mini Estadi. Los amarillos sólo sumaron un punto en un partido que se pudieron haber ganado en la recta final cuando su rival se quedó con ocho efectivos sobre el terreno de juego. Menos mal que durante ese período no marcó el filial porque se pudo haber armado la Marimorena. Se mantienen los tres puntos de diferencia entre los dos primeros clasificados de la categoría. Las mejores ocasiones fueron para la escuadra de Paco López, pero enfrente tuvo a un señor equipo, mientras jugó con once o cuando le tocó hacerlo con sólo ocho jugadores.

Fue un partido de mucha exigencia el que se vivió en el Mini Estadi. Intensidad toda la del mundo, directamente proporcional al frío. El grajo hubiese andado y no volado bajo en caso de vivir por esta zona. El arranque del duelo no pudo ser más explosivo. El Reus hizo gala de ser ese equipo aguerrido, tosco y llegó a especular desperdiciando balones cuando salían fuera y no lo recogían. Tuvieron la suerte de marcar en su primera aproximación. Centro desde la derecha y testarazo de Fran Carbià al fondo de las mallas. Inapelable. Saltó la grade de Preferencia para celebrarlo con los 250 seguidores rojinegros.

La alegría duró poco en la casa del conjunto visitante porque pronto llegó la igualada. A la salida de una falta lateral botada por Leo Suárez, el balón llegó a la frontal del área y allí el mediocentro ruso Anton Shvets engatilló al fondo de las mallas. Buen trallazo para establecer la igualada en un encuentro de alta tensión entre los dos primeros de la tabla. A medida que fueron pasando los minutos, fueron saltando más las chispas. En plena lucha en el centro del campo, ya que las áreas se pisaron lo mínimo, el extremo zurdo Aitor Cantalapiedra estuvo a punto de anotar el segundo, pero lanzó alto.

Intentos desde lejos

Fue mejor el Villarreal B, que se encontró con un campo minado y donde era complicado hacer cuatro pases seguidos. Era cuestión de intentarlo desde la larga distancia. A la media hora de juego de nuevo lo intentó Anton Shvets, pero su tremendo chut se estrelló en la cruceta izquierda de la portería de Edgar. Rascó y mucho el Reus y antes del descanso su lateral Alberto vio la segunda cartulina amarilla.

El segundo tiempo, el partido siguió con una tónica igual. Pocos espacios, a pesar de que los tarraconenses jugaron con diez. Propuesta del Villarreal B y empate a ultranza el que defendió el equipo de Natxo González. Con unas y dientes. Su central Dinis vio la roja directa en el minuto 73 por dejar la pierna suelta ante el portería Aitor, contra el que impactó. Así es que primero contra diez y después contra nueve estuvo jugando el filial. El acoso cada vez estaba más acentuado sobre la portería de Edgar. Y para más colmo mayor, en el minuto 79 llegaría la tercera expulsión visitante. Vitor vio doble amonestación, pero los amarillos no supieron marcar.