La Universitat Jaume I de Castelló mostró ayer su rechazo al preacuerdo firmado el pasado 7 de marzo entre la Unión Europea y Turquía para enviar a este último país a los refugiados que acuden a Grecia huyendo de la guerra en Siria.

Así, el Consejo de Gobierno de UJI, reunido ayer jueves, apoyó un manifiesto en el que se muestra el rechazo de la Universitat a dicho preacuerdo «en cuanto que institución pública comprometida con los valores de la justicia, la solidaridad y la no discriminación de las personas».

La UJI entiende que este preacuerdo puede vulnerar la legalidad internacional que impide las deportaciones masivas, «pero sobre todo es un atentado contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos y contra los principios más elementales de la ética».

En el manifiesto se recuerda que la UJI ha estado siempre «comprometida» con los valores fundacionales del movimiento europeo y que están «en absoluta contradicción con actuaciones como las previstas en el citado acuerdo».

La Universidad Jaume I solicitó además a los presidentes de los gobiernos de los países de la Unión Europea -y de manera muy especial al gobierno en funciones de España- que no aprobaran este acuerdo y que volvieran «al espíritu europeo originario y a sus valores de compromiso con la solidaridad, los derechos humanos y las personas».

La UJI expresó, además, su pésame por todas las personas que han perdido la vida durante este movimiento migratorio en busca de refugio y exige a la Unión Europea una solución que evite más muertos y más sufrimientos.

Cabe recordar que no es el único gesto del centro educativo sobre el asunto de los refugiados. El pasado mes de octubre, cuando comenzó a agravarse la crisis migratoria, la UJI comenzó a redactar un plan de trabajo para asistir en el contexto académico a las personas afectadas por la crisis migratoria procedentes de Siria.

Tal y como se anunció entonces, este plan de trabajo seguía las instrucciones de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) facilitando el acceso al estudio de refugiados que fueran estudiantes universitarios en su país y colaborando con los que fueran profesores universitarios. También tenía programado fomentar el voluntariado para las acciones de las administraciones y otros agentes.

Para la realización de este plan de trabajo, la Universidad contactó con estudiantes procedentes de Siria que se encontraban realizando sus estudios en la UJI y para así contar con su apoyo en las diferentes acciones a realitzar.

El plan de trabajo de la Universitat Jaume I contempló acciones como la realización de cursos intensivos de español, a través del Servicio de Lenguas y Terminología y el Centro de Autoaprendizaje de Lenguas.