Decenas de vecinos de Borriana vivieron ayer una situación excepcional e insólita cuando a media mañana se encontraron junto a la costa del Grau dos ejemplares de delfín calderón, también conocidos como ballenas piloto, que al parecer se habían desorientado y acabaron varados en la misma orilla.

Pese a que rápidamente los equipos de salvamento y rescate de l'Oceanogràfic de València se personaron para intentar realizar las curas y devolverlos al mar, las heridas y el estado de desorientación de ambos ejemplares no permitió que fueran salvados.

Después de toda una mañana intentando rescatarlos, hacia las dos del mediodía se confirmaba la noticia de que no se podía hacer nada por ninguno de los dos ejemplares. Ambos fueron trasladados hasta el centro de l'Oceanogràfic de València para realizar los estudios pertinentes que, en un futuro, pueden servir para conocer mejor su comportamiento y, de esta forma, intentar salvar al mayor número de ejemplares que puedan volver a encontrarse en la misma situación que los aparecidos ayer en el Grau borrianense.

Según explicaron ayer los biólogos y miembros del equipo de rescate de l'Oceanogràfic que se desplazaron hasta Borriana, los delfines calderón son animales sociales que viven de forma gregaria formando grupos, y cuando se aíslan por desorientación o por pérdida de referencias de sus compañeros de grupo, pasan a ser muy vulnerables y corren peligro de acabar varados cerca de las playas. Fue exactamente lo que ocurrió ayer con los dos ejemplares de aproximadamente 300 kilos que aparecieron en Borriana. En un primero momento, parecía que uno de los dos había podido iniciar su camino mar adentro, mientras el equipo de salvamento realizaba tareas de cura con el otro ejemplar. Pero en medio de la expectación creada y durante el intento de devolver a mar a uno de las dos delfines, el otro quedó atascado en la escollera donde fueron encontrados.

Aunque uno de los miembros del equipo de salvamento logró sacarlo de la trampa natural en la que se encontraba y lo acercó hasta la orilla, las visibles heridas que presentaba tanto en la parte de la cabeza como en uno de los laterales de su cuerpo hicieron que no se pudiera hacer nada para salvar su vida.

Tal como explicaron «estas heridas son como si a un humano se hubiera quemado una parte muy importante del cuerpo, por lo que es imposible hacer que vuelva poder vivir en condiciones normales en el mar».

Delfines en el Grau de Castelló

También durante el día de ayer aparecieron en el Grau de Castelló, concretamente en la zona del puerto, un grupo de cuatro delfines. Durante la tarde se difundió por las redes sociales el vídeo en el que se veía a los cuatro animales moverse acompasadamente a poca distancia de los barcos que se encontraban atracados en el puerto.