El aeropuerto de Castelló pretende expandir sus horizontes y, además de recibir vuelos, quiere aprovechar su vasta superficie para albergar negocios relacionados con la actividad aeroportuaria. Por ello, ha activado un plan estratégico que comenzará con un estudio de viabilidad para analizar las posibilidades de utilización de la infraestructura: desde el desarrollo de la zona industrial hasta otras actividades vinculadas como las escuelas de vuelo o los estacionamienos para aeronaves.

El Espaitec de la Universitat Jaume I será el encargado de elaborar el informe en el que se valorarán las opciones de negocio del aeropuerto, según anunció ayer el director de la sociedad pública Aerocas, Joan Serafí Bernat, tras la reunión del consejo de administración. La infraestructura tiene 5,5 millones de metros cuadrados de extensión, «es una superficie inmensa», recordó. Por ello, cree que el aeropuerto «no se agota sólo con el tráfico de pasajeros».

Entre las posibilidades de expansión se pretende desarrollar «a medio plazo» la zona de actividades complementarias, un área logística e industrial con 500.000 metros cuadrados de superficie disponible y que ya se contemplaba en el plan director del aeropuerto. Pero hay más opciones, teniendo en cuenta las dimensiones del entorno. El director de Aerocas pone como ejemplo las actividades que ya realizan otros aeródromos como el de Zaragoza, que cuenta con un centro de carga de mercancías, o el de Teruel, que «es exitoso en mantenimiento de aeronaves». El aparcamiento de aviones es otra posibilidad de negocio para el entorno del aeropuerto de Castelló, ya que en bases aéreas más grandes los precios por estacionar son muy elevados. Además, hay otras actividades relacionadas con la aviación, como las escuelas de vuelo, que pueden tener cabida.

No obstante, el estudio técnico que ha encargado Aerocas tendrá que analizar las posibilidades del aeródromo de Vilanova d'Alcolea teniendo en cuenta también la competencia que representan otras infraestructuras cercanas. En cualquier caso, el informe será un primer paso para definir el horizonte de expansión del aeropuerto y poder empezar a planificar urbanísticamente el espacio disponible. El objetivo es tener preparados los instrumentos de planificación territorial del entorno del aeropuerto para la llegada de posibles inversores. «No significa que vayamos a empezar a urbanizar», señaló Bernat.

Y es que hasta la fecha no ha habido interés empresarial por implantarse en la base aérea. Como ya detallaron recientemente desde Aerocas, el desarrollo del suelo se hará por fases y en función de la demanda. La gran cantidad de suelo industrial disponible en España dificulta la captación de inversores y urbanizar toda la superficie del aeropuerto requeriría una inversión millonaria.