La Vall d'Uixó vivió ayer por la tarde el momento más esperado de las fiestas patronales y el que supone un mayor reclamo para personas venidas de toda la comarca, e incluso de localidades más alejadas: la programación taurina con la que las fiestas de Sant Vicent han inaugurado la temporada de bous al carrer. De hecho, el recinto presentó un aspecto inmejorable con un «lleno hasta la bandera», tal y como destacó al respecto el presidente de la comisión, Javier Ondoño.

El tercer cohete que avisa de la salida del toro dio a su vez el pistoletazo de salida a la temporada taurina local. Así lo vivieron los asistentes, especialmente los rodaors, que estaban deseando situarse ante los astados y sacarles el máximo partido posible. No pudo ser así con el primero, un animal «muy bien presentado», como coincidieron en afirmar muchos aficionados, pero que no dio el juego esperado, dado que apenas hizo unas cuantas carreras, aunque sin responder a los reclamos de los aficionados.

Distinto fue el papel del toro de Jandilla. Como el primero, su presencia fue imponente. Pero además no tardó en «cogerle el gusto a la plaza», como describió Ondoño, y llegó incluso a arrancar ovaciones en su enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los rodadores, que pudieron disfrutar del espectáculo festivo por excelencia. Al menos, así lo consideró el presidente de Sant Vicent, que aunque reconoció que estos actos no cuentan con el beneplácito de un sector de la población, recalcó que «la realidad es la que es y el recinto estaba lleno, porque la gente tenía muchas ganas».

Tanto es así, que los chiqueros fueron ayer un trajín de gente. La comisión decidió recuperar una costumbre que hacía muchos años que no se hacía: abrir los toriles para que pudieran ser visitados por el público general. «Ha sido impresionante», afirmó Ondoño. «Desde las 10 de la mañana en que se abrieron las puertas, hasta las 13 horas que pudieron cerrarse ha sido un no parar de gente: mujeres, niños, gente mayor y vecinos de otras partes de la Vall», afirmó.

Ondoño recordó que a las fiestas patronales se les exige que apuesten por hierros de primera y toros de calidad, por lo que la expectación es doble. Precisamente para satisfacer a los aficionados, remarcó que la comisión «empezó a viajar en el mes de diciembre para adquirir los toros». Según dijo, «han hecho siete u ocho viajes, buscando las mejores ganaderías». En cuanto al cartel, precisó que por circunstancias hay quien considera la ganadería de Núñez del Cuvillo de segunda, «a pesar de que está en todas las plazas de España», y por eso la eligieron para incluirla en su programa. Una vez conseguido el objetivo de llenar la plaza y las calles adyacentes para disfrutar de los toros, la siguiente preocupación de los organizadores es que no se produzcan incidentes. Y así ha sido hasta el momento.

Feria multitudinaria

Cabe recordar que la programación taurina se convierte a su vez en un complemento más de la Fira de Sant Vicent, que permanecerá abierta hasta el próximo lunes. Durante la jornada de ayer la presencia de público fue constante, aunque como es habitual, en las horas punta fue cuando las diferentes calles por la que transcurre se llenaron de visitantes que disfrutaron de una jornada de primavera que invitaba a salir y disfrutar del ambiente festivo.

En cuanto a la oferta de la feria de este año, cabe destacar la importancia que se ha querido dar al sector comercial local, que en gran medida se ha agrupado en un tramo de la avenida Corazón de Jesús para presentar sus novedades y ofertas, además de aprovechar al máximo el gran escaparate que supone la celebración de este evento económico y social referente en la provincia.