La climatología fue benévola y permitió a los moroneros celebrar con normalidad la festividad en honor a Sant Vicent, uno de los patrones de Sant Joan de Moró, a pesar de la lluvia caída a primeras horas de la mañana.

A coche o a pie, fueron muchos los vecinos de Sant Joan de Moró que se trasladaron esta mañana hasta la ermita en honor al santo que en el año 2007 se construyó en el Barranc del Molí, a los pies del Tossal del Mollet, uno de los entornos naturales más privilegiados del término municipal.

Los «kintos» del municipio han tenido un destacado protagonismo en la jornada festiva. De hecho, todos los participantes recibieron, de mano de los jóvenes del municipio, el típico bocadillo de pan, conocido popularmente como «fogaseta». Unos bocadillos que fueron elaborados por los hornos de la localidad, para acompañar al multitudinario almuerzo que se celebró en la explanada que hay frente a la ermita. En total, a lo largo de toda la mañana se repartieron cerca de 1.000 panecillos. Pero, además, los «kintos» también se encargaron de la barra instalada en el bellísimo paraje natural para ofrecer a los vecinos refrescos, bocadillos y dulces, y con el dinero recogido, realizar diversas actividades a lo largo de todo el año.

Primero, los participantes almorzaron al aire libre, en familia o con amigos. Y después, a las 11.30 horas, se celebró una misa cantada, al término de la cual fue sacada en procesión la imagen del santo que, como manda la tradición, fue portada por un grupo de vecinos llamados, todos ellos, Vicente. Pero, además, este año, la talla de madera que representa al patrón de Sant Joan de Moró estrenó una nueva y personalizada peana, cuya base está adornada con imágenes tanto de la ermita como del paraje natural en el que está enclavada.

«Afortunadamente el tiempo nos ha acompañado, y a pesar de que no hemos podido disfrutar del sol ni de temperaturas primaverales, la lluvia nos ha respetado y nos ha permitido disfrutar todos juntos de una mañana de fiesta. Una mañana en la que todos compartimos almuerzo, charla y nuestra pasión y respeto por las tradiciones de nuestro joven pueblo», explicó el alcalde, Vicente Pallarés.