Encajado entre dos envites mayores como era la vuelta de los cuartos de la Europa League ante el Sparta de Praga y como es la visita del miércoles al Santiago Bernabéu para medirse al Real Madrid, el encuentro ante el Rayo Vallecano puede presumirse como un trámite, un mal necesario antes de afrontar retos más importantes. Pero cometería un grave error el Villarreal si plantease su visita a Vallecas en estos términos. Como sucediese hace una semana, con el compromiso ante el Getafe en El Madrigal, el mensaje que el técnico amarillo, Marcelino García, ha querido transmitir es que no hay que confiarse para alcanzar un nuevo triunfo que sería una nueva estación en la ruta hacia el destino de la Champions.

El submarino, por ello, deberá buscar la concentración necesaria para afrontar este duelo que llega, en pleno vaivén, con la euforia de la clasificación europeo. Menos de 72 horas después, los amarillos deben vestirse de nuevo de corto y medirse a un equipo que se juega la vida. El Rayo de Paco Jémez, con su estilo innegociable basado en el toque del balón y el espíritu ofensivo, se ha visto enredado en los puestos de abajo y, a falta de seis partidos, sólo tiene un colchón de dos puntos con respecto a las posiciones de descenso directo a Segunda División.

Un duelo que se articula peligroso, de doble filo porque, si bien el Villarreal aparece como favorito sobre el papel, el cansancio acumulado por el desplazamiento a Praga y la necesidad de los vallecanos pueden hacer caer en una trampa a los amarillos. Además, en parte obligado y en parte por dar descanso a muchos de los habituales, la convocatoria de Marcelino incluye bastantes nombres poco habituales en el once del equipo de la Plana.

Con seis bajas se presenta hoy en Madrid el conjunto amarillo. Al ya habitual Musacchio, se unen Jaume Costa, con una sobrecarga muscular en el recto anterior derecho, Tomás Pina con un esguince colateral interno en el ligamento de la rodilla derecha y Samu Castillejo, que sufre una enlongación en el cuádriceps izquierdo. A ellos hay que añadir a Bruno Soriano y Antonio Rukavina, ambos sancionados por acumulación de tarjetas.

Como novedades, destaca el regreso de Bonera a la convocatoria y la recuperación de Nahuel. Además, Marcelino ha incluido a los canteranos Alfonso Pedraza y Rodri. Pero, con esta citación con tanto rostro poco habitual, aventurar un once es complicado.

Ni siquiera en la portería se puede apostar con certeza por el inquilino. Asenjo debería jugar para dar descanso a un Areola que, en teoría, sería titular en el Bernabéu. En defensa, Bonera podría tener minutos y dar respirto a uno de los centrales o incluso Bailly podría desplazarse a la derecha y que fuese Mario quien descansara. En la izquierda, sin más opciones, Adrián Marín podría ser por fin titular.

La media presenta aún más dudas. Sólo con Denis Suárez, en la convocatoria, de los habituales, Trigueros y Jonathan podrían ser la pareja de mediocentros. En bandas, contando con que el gallego descansará, Nahuel y Samu García podrían ser las apuestas. Aunque tampoco se descarta la entrada de alguno de los canteranos.

Finalmente, arriba parece que es donde la cosas están más claras. Los incombustibles Soldado y Bakambu deberían sentarse en el banquillo. Leo Baptistao y Adrián López tendrían que ser los titulares en Vallecas.

En el alambre

El Rayo se encentra con el agua en el cuello. Los franjirrojos, con sólo dos puntos de ventaja sobre el descenso, afrontan un calendario en el que todavía les queda jugar ante el Real Madrid y el Atlético y medirse a un rival directo, el Levante.

Para este encuentro, Paco Jémez cuenta con las bajas del delantero Piti, lesionado, y del portero Yoel Rodríguez, sancionado. También el centrocampista Raúl Baena, que cumplirá un partido de sanción y su sitio lo ocupará en la medular previsiblemente Diego Llorente, que formará con Trashorras si se recupera de un golpe sufrido en el último entrenamiento. En defensa, la novedad será la entrada en el lateral izquierdo de Tito, sancionado la pasada jornada, lo que provocará que Nacho ocupe una plaza en el banquillo. Con esto, el conjunto vallecano intentará superar a un Villarreal enchufado que no contempla quedarse fuera de la Champions.