La tensión y las diferencias entre el equipo de gobierno de la Vall d'Uixó y el Partido Popular son evidentes desde el inicio de la legislatura, sin embargo estos días ha trascendido la política y se han trasladado al ámbito personal a raíz del inicio de un nuevo proceso judicial contra el ex alcalde Óscar Clavell, y el posicionamiento de los populares en relación a la implicación del concejal socialista, Xavier Ferreres, en un caso judicializado en el que supuestamente estuvo implicado como empleado de Caja Rural San Isidro, junto a otros compañeros, y que tendría que ver con la comisión de un supuesto delito de apropiación indebida y falsedad en documento mercantil.

Desde hace días el PP, en concreto su portavoz, Elena Vicente-Ruiz, ha hecho diferentes comparecencias refiriéndose a este último caso, a las que hasta ahora desde el ayuntamiento no se había dado respuesta pero que, a la vista de los hechos, sí que estaban avivando la tensión existente entre algunos miembros del gobierno municipal y el principal grupo de la oposición.

Tanto es así que, como denunció ayer Vicente-Ruiz, el edil de Policía y Hacienda, Xavier Ferreres, habría expulsado a tres de sus compañeras de la sala de juntas del ayuntamiento. Al parecer, siempre según la concejala popular, el socialista «echó a Gema Domínguez, Olga Salvador y Yolanda González porque, según les dijo, tenía que dar explicaciones de su situación al resto de concejales de la corporación», en concreto a los ediles de Som la Vall y Ciudadanos. Las afectadas protestaron «y le insinuaron que aquello era una dictadura, ante lo que Ferreres apuntó que le daba lo mismo y que las echaba».

Pero la crispación se hizo patente días antes, en la cena de gala de las fiestas del Campanar. Según Vicente-Ruiz, en un tono amenazante, su compañero de corporación la insultó en varias ocasiones, aunque «no hubo discusión porque yo estuve callada intentando calmarlo, pero fue imposible, y al final el presidente de las fiestas vino a apartarlo, y cuando se iba me llamó imbécil». La portavoz popular aseguró que si persiste la actitud del edil y se repite una situación similar «le denunciaremos ante la Guardia Civil».

Reacciones de los partidos

Sobre estos hechos ni el edil afectado ni el PSPV se pronunciaron ayer, ya que han convocado una rueda de prensa para esta mañana. Quienes sí que hicieron declaraciones fueron los portavoces de EU y Compromís. Por lo que respecta al primero, Antoni Llorente señaló que el PP está empeñado «en llevar este tipo de cosas al ámbito personal, y están jugando en un terreno muy desagradable». En relación a las declaraciones de Vicente-Ruiz en las que llegaba a tildar al concejal socialista de «autoritario y misógino», aseguró que «quienes conocen a Xavier Ferreres saben perfectamente que no es ninguna de esas cosas». Además, insinuó que el PP está aprovechando la oportunidad para retirar el foco de los medios del ex alcalde, Óscar Clavell, tras la posibilidad de que vuelva a ser imputado, «han hecho más ruedas de prensa hablando sobre Ferreres, que nosotros sobre las irregularidades políticas cometidas por Clavell».

En la misma línea se manifestó el portavoz de Compromís, Jordi Julià, que reconoció, respecto a lo sucedido en la Sala de Juntas, que «tal vez no era el mejor sitio para hablar con los portavoces de Ciudadanos y Podemos sobre el tema, podía haber elegido otro momento y otro lugar». De cualquier modo, desde su punto de vista el PP «está intentando sacar beneficio político de un tema administrativo que afecta a Ferreres, que es evidente que no actuó en beneficio propio, sino como empleado de la entidad». En cualquier caso, Julià entiende que los populares «siguen en la misma línea de los últimos 10 meses de provocaciones y ataques personales, que es el terreno en el que más les gusta jugar». Con todo, el portavoz de Compromís señaló que, desde su punto de vista, su compañero de gobierno o el PSPV «estaría bien que explicaran a la ciudadanía todo este tema, para contribuir a que no pase a otros terrenos».