El presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido, mantiene el pulso al Ayuntamiento de Castelló y sigue empeñado en cesar a dos de los vocales a los que considera díscolos. El responsable festero ha presentado esta semana por escrito ante el Patronato Municipal la petición de destitución de Ana Alegre y José Miguel Rebollo.

De esta manera, cumple con el trámite oportuno, pues la designación de los miembros del equipo de gestión y de colaboración de la junta corresponde a la presidencia del patronato, es decir, a la concejala de Fiestas, Sara Usó. El nombramiento de los vocales se hizo por decreto, por lo que el cese debe efectuarse también a través de un proceso administrativo.

Bellido había tomado un atajo notificando por e-mail a los vocales su destitución alegando motivos de reestructuración interna. El ayuntamiento le desautorizó y le instó a presentar formalmente la propuesta de cese, ya que esta decisión ha de pasar, de acuerdo con los estatutos del organigrama festero, por el patronato.

Mientras tanto, los dos integrantes de la junta despedidos por Bellido siguen en un limbo administrativo: la presidencia no los convoca a las reuniones ni les informa de sus actividades, cuando oficialmente todavía forman parte del órgano festero.

Además, en el caso de Rebollo el cese resulta más complicado de articular, pues fue nombrado vocal a propuesta de la Federació de Colles y debería ser ésta la que ratificara también su destitución. Sin embargo, aunque prefiere mantenerse al margen del debate, la federación no ha presentado propuesta de cese ni de sustitución, por lo que la decisión recaerá únicamente en el patronato.

La continuidad de Ana Alegre, sin embargo, sería más compleja. Al tratarse de una vocal del grupo de gestión fue propuesta directamente por Juanvi Bellido, y es improbable que el Patronato de Fiestas rechace su cese si cuenta con la aprobación de la mayoría de su junta.